REGLA #24
PUEDES CONSIDERAR QUE ES BÍBLICA UNA ENSEÑANZA QUE SE DERIVA SOLAMENTE POR IMPLICACIÓN CUANDO OTROS PASAJES COMPARADOS O RELACIONADOS LO APOYAN
La religión judía durante los tiempos de Jesús estaba fraccionada en varios grupos: herodianos, esenios, celotes, saduceos y fariseos. Entre los dos últimos había división de opiniones respecto a ciertos temas de doctrina y principalmente en cuanto a la resurrección de los muertos. Los fariseos creían en ella y los saduceos no.
En cierta ocasión Jesús entró a discutir con los saduceos sobre esta cuestión de la vida después de la muerte. ¿Lo enseñaba realmente el Antiguo Testamento? Veamos el razonamiento del Señor: "Pero respecto a que los muertos resucitan, ¿no habéis leído en el libro de Moisés cómo le habló Dios en la zarza, diciendo: Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob? Dios no es Dios de muertos, sino Dios de vivos; así que vosotros mucho erráis" (Marcos 12:26, 27).
El Señor dijo en esta ocasión que podía comprobar la resurrección de los muertos partiendo del Antiguo Testamento (Exodo 3: 15) donde Dios se identificó como el Dios de Abraham, Isaac y Jacob.
Y ya que Dios es el Dios de los vivos, la conclusión lógica es que estos tres hombres debían estar vivos o resucitados.
Este tipo de razonamiento es el que denominamos "razonamiento deductivo" y podríamos plantearlo del siguiente modo:
Primera premisa: Dios es el Dios de los seres vivos.
Segunda premisa: Dios es el Dios de Abraham, Isaac y Jacob.
Conclusión: Podemos concluir que Abraham, Isaac y Jacob están vivos.
Cristo razonó en este caso que la doctrina de la resurrección se sobrentiende en el Antiguo Testamento.
El Antiguo Testamento no declara explícitamente que hay una resurrección de los muertos, pero al comparar los pasajes que dicen algo sobre el tema podemos deducir que sí lo hay.
El problema es que es extremadamente fácil usar mal esta regla y arribar a una conclusión no bíblica.
Esto lo podemos ver con frecuencia en el uso que algunos hacen de ciertas Escrituras que nos dan ejemplos de la vida de Cristo.
En Marcos dice que Jesús: "Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba" (Marcos 1:35).
De esto podríamos deducir fácilmente que un cristiano fiel debería tener su momento devocional en la madrugada.
Primera premisa: El creyente debe asemejarse a Cristo.
Segunda premisa: Cristo tenía su momento devocional muy temprano en la mañana.
Conclusión: El creyente también debería tener su momento devocional en la mañana temprano.
Sin embargo, recordarás que bajo la Regla #5 ("Los ejemplos bíblicos sólo tienen autoridad cuando los refuerza un mandato específico") podemos sacar la conclusión de que sería bueno tener el momento devocional en las primeras horas del día, pero no que es obligatorio hacerlo.
Este pasaje nos muestra la conveniencia de ese momento devocional de madrugada, pero no a su necesidad obligatoria.
Jamás puedes violar un principio de interpretación para prestarle apoyo a otro.
Nuestro estudio bíblico deberá tomar en cuenta todos estos principios si es que quieres llegar a una interpretación correcta.
No sólo es correcto sino también necesario creer que ciertas enseñanzas de las Escrituras son válidas aunque sólo estén presentes por implicación (tenemos el ejemplo del argumento de Jesús respecto a la resurrección). Pero al igual que la Regla #23, tal razonamiento requiere un estudio cuidadoso y esmerado, le que significa trabajar duro. Pero el fruto que obtenemos de tal esfuerzo nos recompensará ampliamente y bien valdrá la pena.
No debemos tener miedo de usar el razonamiento deductivo en nuestro estudio bíblico ya que es válido siempre y cuando nos ajustemos a lo expresado en esta regla y a las prevenciones de la Regla #22, es decir, no podemos considerar bíblica una doctrina a menos que resuma e incluya todo lo que las Escrituras tienen que decir sobre el particular.