domingo, diciembre 03, 2006

Las Dos Obras del Espíritu Santo en el Creyente

Muchos creyentes piensan que cuando reciben a Jesús, reciben toda la experiencia que tendrán en su vida con el Espíritu Santo que tendrán en su vida. Nada mas lejos de la verdad. Al momento de recibir a Jesús es cierto que recibimos al Espíritu Santo; que viene a ser las arras de nuestra herencia; es decir la garantía que tenemos la vida eterna

En Efesios 1:13 dice: “En él también vosotros, habiendo oído la Palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa.” Pero eso no es todo.

En Juan 20 vemos el Nuevo Nacimiento de los discípulos de Jesucristo.

Juan 20:19-22
19 Cuando llegó la noche de aquel mismo día, el primero de la semana, estando las puertas cerradas en el lugar donde los discípulos estaban reunidos por miedo de los judíos, vino Jesús, y puesto en medio, les dijo: Paz a vosotros.
20 Y cuando les hubo dicho esto, les mostró las manos y el costado. Y los discípulos se regocijaron viendo al Señor.
21 Entonces Jesús les dijo otra vez: Paz a vosotros. Como me envió el Padre, así también yo os envío.
22 Y habiendo dicho esto, sopló, y les dijo: Recibid el Espíritu Santo.

En ese momento los discípulos nacieron de nuevo. Cuando Jesús sopló sobre ellos, ellos recibieron el Espíritu Santo. Pero a pesar de eso, a ellos les faltaba algo.

En Juan 7:37-39 se encuentra la obra que ocurre en nosotros en el bautismo del Espíritu: "En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mi y beba. El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva. Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aun glorificado."

Cuando recibí el Espíritu Santo, ocurrió algo especial en mi, empecé a tener un gozo que no había tenido antes. Era como si ríos de agua viva corrieran de mi interior.

Ciertamente no tuve ninguna sensación física externa. Sencillamente impusieron manos sobre mi, y empecé ha hablar en lenguas; yo veía a mis amigos teniendo experiencias gloriosas, algunos me dijeron que habían sentido como un fuego que entraba a ellos. Pero yo no; como dice en 2 Corintios 5:7: “Porque por fe andamos, no por vista.” Las sensaciones son engañosas. Al ver lo que pasaba con los demás, me sentí triste, aunque estaba orando en lenguas, me preguntaron si había recibido, yo les dije que no, y seguí orando en lenguas; entonces alguien me preguntó: “Y entonces, ¿qué estas hablando?” Estaba hablando en lenguas y no me había dado cuenta.

Gracias a Dios no tuve ninguna sensación física, más adelante en mi caminar con Dios, aprendí a depender de El y no de mis sensaciones.

Poder de lo Alto

En Lucas 24:49 dice: “He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto.” El bautismo del Espíritu es ser investido con poder de lo alto.

La palabra investido es enduo, que significa: Poner algo sobre uno, ser vestido por alguien. La palabra poder es dunamis, que significa: Poder o habilidad. Es interesante ver que Jesús también recibió este poder dunamis después de recibir el Bautismo del Espíritu Santo luego de ser bautizado en agua por Juan.

Lucas 4:14
14 Y Jesús volvió en el poder (dunamis) del Espíritu a Galilea, y se difundió su fama por toda la tierra de alrededor.

Fue algo tan importante para el ministerio de Jesús que se relata en los cuatro evangelios (Mateo 3:13-17, Marcos 1:9-11, Lucas 3:21-22 y Juan 1:32-33)

Otra cosa que vemos es que Jesús no hizo ningún milagro hasta ser Bautizado con él Espíritu Santo. Jesús fue vestido con el manto de poder luego de recibir el Espíritu Santo; nosotros también seremos vestidos con ese manto de poder luego de recibir el Espíritu Santo.

El Bautismo del Espíritu es la llave para el poder de Dios

Poder Para Testificar

En Hechos 1:8 dice: “Pero recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.”

Cuando recibimos el Espíritu Santo recibimos el poder para ser testigos.

Una de las cosas principales que ocurrió en mi vida cuando recibí el Espíritu Santo fue la facilidad para ganar a la gente para Jesucristo. Tenía solo dos meses de creyente, pero de pronto vi como las personas empezaban a recibir a Jesús.

Recuerdo una ocasión en que estábamos reunido los cuatro discípulos del líder del grupo de jóvenes donde recibí a Jesús. Era un grupo hermoso pero no creían en el Bautismo del Espíritu Santo. El ayudante de este líder nos preguntó a cuantas personas habíamos ganado para Jesús. Primero le preguntaron al que tenía mas tiempo, uno dos años, y el dijo que ninguno; luego le preguntaron al siguiente que tenía un año y dos meses, el dijo que dos personas; después al que tenía ocho meses y el dijo que a uno; y al final me preguntaron a mi, que era el que tenía menos tiempo, solamente cuatro meses, y les dije que había ganado 25 personas.

¿Qué hizo la diferencia? El Bautismo del Espíritu Santo. Yo lo había recibido, pero ellos no creían que fuese de Dios. Sin embargo, uno de sus frutos se estaba manifestando en mi vida; el poder para testificar. Veintiséis años después ese poder continúa, no lo he perdido.

Hace unos años Chile, fui a la casa de una hermana, que tenía 36 años de creyente, es decir, ella recibió a Jesús el año que yo nací. Durante todo ese tiempo ella le estuvo predicando a su esposo, fueron muchos pastores, evangelistas y hermanos para predicarle, y el no se convertía; y cuando le compartí, en menos de quince minutos recibió a Jesús. ¡Aleluya! El Bautismo del Espíritu Santo nos da el poder para testificar.

Desde que recibí a Jesús ese poder ha estado en mí, y esta sobre todo aquel que recibe el Bautismo del Espíritu Santo. Ciertamente tu puedes ganar gente sin haber sido bautizado por el Espíritu Santo; el joven que me ganó no lo había recibido, pero el tenerlo hace la diferencia.

La Evidencia del Bautismo del Espíritu

En Hechos 2:1-4 dice: “Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos. Y de repente vino del cielo como un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados; y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas según el Espíritu le daba que hablasen.”

Ellos comenzaron ha hablar en otra lenguas; no fue el Espíritu Santo sino ellos. Mucha gente se confunde con esto, piensan que es el Espíritu Santo quien hablará por ellos, pero están equivocados.

Una vez le impuse las manos a una señora, el poder de Dios entró en ella, pero no habló en lenguas. Le pregunte: “¿Quién va ha hablar en lenguas?” Ella me contestó: “El Espíritu Santo.” Le dije que lea Hechos 2:4 y le volví a preguntar: “¿Quién va ha hablar en lenguas?” Ella me contestó nuevamente: “El Espíritu Santo.” Después de hacer lo mismo cuatro veces, ella leyó: “Y – fueron – todos – llenos – del – Espíritu – Santo, - y – comenzaron – a – hablar – en – otras – lenguas – según – el – Espíritu – le – daba – que – hablasen.” En ese momento ella se dio cuenta y me dijo: “Ellos fueron los que hablaron en lenguas, no el Espíritu Santo.”

Yo le pregunté: “Entonces quien hablará en lenguas, ¿usted o él Espíritu Santo?” Ella me contestó: “Yo hablaré en lenguas.” Le volví a imponer las manos, y al instante ella recibió el Espíritu Santo con la evidencia de hablar en otras lenguas.

En la conversión de Cornelio y los suyos en el Capítulo décimo de Hechos, podemos ver algo muy interesante.

Hechos 10:44-47
44 Mientras aún hablaba Pedro estas palabras, el Espíritu Santo cayó sobre todos los que oían el discurso.
45 Y los fieles de la circuncisión que habían venido con Pedro se quedaron atónitos de que también sobre los gentiles se derramase el don del Espíritu Santo.
46 Porque les oían que hablaban en lenguas, y que magnificaban a Dios.
47 Entonces respondió Pedro: ¿Puede acaso alguno impedir el agua, para que no sean bautizados estos que han recibido el Espíritu Santo también como nosotros?

Si vemos los Capítulos 10 y 11 vemos que los creyentes hebreos pensaban que la salvación era solo para ellos, no entendían que Dios también había provisto salvación para los gentiles. ¿Cómo supieron que Dios proveyó salvación para los gentiles? Porque recibieron el Espíritu Santo tal como ellos (Vs. 47). ¿Cómo supieron que habían recibido el Espíritu Santo? Porque les oyeron que hablaron en lenguas y magnificaron a Dios (Vs. 46).

La evidencia inicial que una persona ha recibido el bautismo del Espíritu Santo es que habla en lenguas.

En Hechos 19 nos encontramos otra vez con las lenguas.

Hechos 19:1-7
1 Aconteció que entre tanto que Apolos estaba en Corinto, Pablo, después de recorrer las regiones superiores, vino a Efeso, y hallando ciertos discípulos,
2 les dijo: ¿Recibisteis el Espíritu Santo cuando creísteis? Y ellos le dijeron: Ni siquiera hemos oído si hay Espíritu Santo.
3 Entonces dijo: ¿En qué, pues, fuisteis bautizados? Ellos dijeron: En el bautismo de Juan.
4 Dijo Pablo: Juan bautizó con bautismo de arrepentimiento, diciendo al pueblo que creyesen en aquel que vendría después de él, esto es en Jesús el Cristo.
5 Cuando oyeron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús.
6 Y habiéndoles impuesto Pablo las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo; y hablaban en lenguas, y profetizaban.
7 Eran por todos unos doce hombres.

Vemos que cuando Pablo les impuso las manos a estos doce discípulos de Juan, recibieron el Espíritu Santo y hablaron en otras lenguas.

Es lo que me pasó a mi, como no sentí nada cuando recibí el Espíritu Santo, pensé que no había recibido nada. Pero mis amigos y yo supimos que lo había recibido porque estaba hablando en lenguas. Esa evidencia inicial nos hizo saber que había recibido ya el Espíritu Santo.

Recuerda: la forma como uno puede saber que ha recibido el Espíritu Santo es porque habla en lenguas.

Hace unos días estaba predicando en una iglesia; Dios me había dicho que hable acerca del Bautismo del Espíritu Santo. Después de compartir la Palabra, hice el llamado para que la gente recibiese el Espíritu Santo, prácticamente pasó toda la iglesia, parece que solamente el Pastor y algún otro hermano lo había recibido.

Después de la ministración cerca del 70% de los hermanos había recibido el Bautismo del Espíritu Santo. ¿Cómo supimos que lo habían recibido? Porque estaban hablando en lenguas.

¡Si! El hablar en lenguas es la evidencia de haber recibido el Bautismo del Espíritu Santo.

Una Experiencia Continua

En Efesios 5:18-20 vemos que el Bautismo del Espíritu es una experiencia continua.

Efesios 5:18-20
18 No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu,
19 hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones;
20 dando gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.

Una traducción literal del griego es: “sed siendo llenos.” Es decir, que debemos estar siendo llenados continuamente del Espíritu Santo.
En Hechos 4:31 vemos que los mismos discípulos que fueron llenos del Espíritu Santo en Pentecostés tuvieron otra experiencia similar.

Hechos 4:31
Cuando hubieron orado, el lugar en que estaban congregados tembló; y TODOS FUERON LLENOS DEL ESPÍRITU SANTO, y hablaban con denuedo la Palabra de Dios.

El ser lleno del Espíritu Santo no es algo que ocurre una vez y nunca más. Es algo que podemos experimentar en nuestra vida diaria. En 2 Timoteo 1:6 dice: “Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos.” Es decir, somos nosotros los que debemos avivar el Espíritu Santo en nuestro interior.

¿Cómo lo hacemos? Principalmente por medio de la oración en lenguas. Como hemos visto en los pasajes anteriores, cada vez que alguien fue lleno del Espíritu, habló en lenguas.

Además hablando con salmos, himnos y cánticos espirituales. Un salmo es un poema espiritual o una oda. Puede que rime o puede que no; sin embargo, hay un elemento de poesía al respecto. Puede ser cantando, entonado o simplemente recitado. Un himno es una canción de alabanza y adoración dirigida y dedicada a Dios. Un cántico espiritual es una canción que da revelación de la Palabra que el Espíritu Santo le ha dado.

En Colosenses 3:16 dice: “La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñandoos y exhortandoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales.” Los salmos, himnos y cánticos espirituales son dados por el Espíritu Santo; y son basados en la Biblia, porque cualquier cosa que da el Espíritu Santo es basado en ella.

Debemos dejar que el Espíritu Santo nos de estas cosas en nuestra vida diaria, para mantener una vida llena del Espíritu Santo.
Las Dos Obras del Espíritu Santo en el Creyente

Muchos creyentes piensan que cuando reciben a Jesús, reciben toda la experiencia que tendrán en su vida con el Espíritu Santo que tendrán en su vida. Nada mas lejos de la verdad. Al momento de recibir a Jesús es cierto que recibimos al Espíritu Santo; que viene a ser las arras de nuestra herencia; es decir la garantía que tenemos la vida eterna

En Efesios 1:13 dice: “En él también vosotros, habiendo oído la Palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa.” Pero eso no es todo.

En Juan 20 vemos el Nuevo Nacimiento de los discípulos de Jesucristo.

Juan 20:19-22
19 Cuando llegó la noche de aquel mismo día, el primero de la semana, estando las puertas cerradas en el lugar donde los discípulos estaban reunidos por miedo de los judíos, vino Jesús, y puesto en medio, les dijo: Paz a vosotros.
20 Y cuando les hubo dicho esto, les mostró las manos y el costado. Y los discípulos se regocijaron viendo al Señor.
21 Entonces Jesús les dijo otra vez: Paz a vosotros. Como me envió el Padre, así también yo os envío.
22 Y habiendo dicho esto, sopló, y les dijo: Recibid el Espíritu Santo.

En ese momento los discípulos nacieron de nuevo. Cuando Jesús sopló sobre ellos, ellos recibieron el Espíritu Santo. Pero a pesar de eso, a ellos les faltaba algo.

En Juan 7:37-39 se encuentra la obra que ocurre en nosotros en el bautismo del Espíritu: "En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mi y beba. El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva. Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aun glorificado."

Cuando recibí el Espíritu Santo, ocurrió algo especial en mi, empecé a tener un gozo que no había tenido antes. Era como si ríos de agua viva corrieran de mi interior.

Ciertamente no tuve ninguna sensación física externa. Sencillamente impusieron manos sobre mi, y empecé ha hablar en lenguas; yo veía a mis amigos teniendo experiencias gloriosas, algunos me dijeron que habían sentido como un fuego que entraba a ellos. Pero yo no; como dice en 2 Corintios 5:7: “Porque por fe andamos, no por vista.” Las sensaciones son engañosas. Al ver lo que pasaba con los demás, me sentí triste, aunque estaba orando en lenguas, me preguntaron si había recibido, yo les dije que no, y seguí orando en lenguas; entonces alguien me preguntó: “Y entonces, ¿qué estas hablando?” Estaba hablando en lenguas y no me había dado cuenta.

Gracias a Dios no tuve ninguna sensación física, más adelante en mi caminar con Dios, aprendí a depender de El y no de mis sensaciones.

Poder de lo Alto

En Lucas 24:49 dice: “He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto.” El bautismo del Espíritu es ser investido con poder de lo alto.

La palabra investido es enduo, que significa: Poner algo sobre uno, ser vestido por alguien. La palabra poder es dunamis, que significa: Poder o habilidad. Es interesante ver que Jesús también recibió este poder dunamis después de recibir el Bautismo del Espíritu Santo luego de ser bautizado en agua por Juan.

Lucas 4:14
14 Y Jesús volvió en el poder (dunamis) del Espíritu a Galilea, y se difundió su fama por toda la tierra de alrededor.

Fue algo tan importante para el ministerio de Jesús que se relata en los cuatro evangelios (Mateo 3:13-17, Marcos 1:9-11, Lucas 3:21-22 y Juan 1:32-33)

Otra cosa que vemos es que Jesús no hizo ningún milagro hasta ser Bautizado con él Espíritu Santo. Jesús fue vestido con el manto de poder luego de recibir el Espíritu Santo; nosotros también seremos vestidos con ese manto de poder luego de recibir el Espíritu Santo.

El Bautismo del Espíritu es la llave para el poder de Dios

Poder Para Testificar

En Hechos 1:8 dice: “Pero recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.”

Cuando recibimos el Espíritu Santo recibimos el poder para ser testigos.

Una de las cosas principales que ocurrió en mi vida cuando recibí el Espíritu Santo fue la facilidad para ganar a la gente para Jesucristo. Tenía solo dos meses de creyente, pero de pronto vi como las personas empezaban a recibir a Jesús.

Recuerdo una ocasión en que estábamos reunido los cuatro discípulos del líder del grupo de jóvenes donde recibí a Jesús. Era un grupo hermoso pero no creían en el Bautismo del Espíritu Santo. El ayudante de este líder nos preguntó a cuantas personas habíamos ganado para Jesús. Primero le preguntaron al que tenía mas tiempo, uno dos años, y el dijo que ninguno; luego le preguntaron al siguiente que tenía un año y dos meses, el dijo que dos personas; después al que tenía ocho meses y el dijo que a uno; y al final me preguntaron a mi, que era el que tenía menos tiempo, solamente cuatro meses, y les dije que había ganado 25 personas.

¿Qué hizo la diferencia? El Bautismo del Espíritu Santo. Yo lo había recibido, pero ellos no creían que fuese de Dios. Sin embargo, uno de sus frutos se estaba manifestando en mi vida; el poder para testificar. Veintiséis años después ese poder continúa, no lo he perdido.

Hace unos años Chile, fui a la casa de una hermana, que tenía 36 años de creyente, es decir, ella recibió a Jesús el año que yo nací. Durante todo ese tiempo ella le estuvo predicando a su esposo, fueron muchos pastores, evangelistas y hermanos para predicarle, y el no se convertía; y cuando le compartí, en menos de quince minutos recibió a Jesús. ¡Aleluya! El Bautismo del Espíritu Santo nos da el poder para testificar.

Desde que recibí a Jesús ese poder ha estado en mí, y esta sobre todo aquel que recibe el Bautismo del Espíritu Santo. Ciertamente tu puedes ganar gente sin haber sido bautizado por el Espíritu Santo; el joven que me ganó no lo había recibido, pero el tenerlo hace la diferencia.

La Evidencia del Bautismo del Espíritu

En Hechos 2:1-4 dice: “Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos. Y de repente vino del cielo como un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados; y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas según el Espíritu le daba que hablasen.”

Ellos comenzaron ha hablar en otra lenguas; no fue el Espíritu Santo sino ellos. Mucha gente se confunde con esto, piensan que es el Espíritu Santo quien hablará por ellos, pero están equivocados.

Una vez le impuse las manos a una señora, el poder de Dios entró en ella, pero no habló en lenguas. Le pregunte: “¿Quién va ha hablar en lenguas?” Ella me contestó: “El Espíritu Santo.” Le dije que lea Hechos 2:4 y le volví a preguntar: “¿Quién va ha hablar en lenguas?” Ella me contestó nuevamente: “El Espíritu Santo.” Después de hacer lo mismo cuatro veces, ella leyó: “Y – fueron – todos – llenos – del – Espíritu – Santo, - y – comenzaron – a – hablar – en – otras – lenguas – según – el – Espíritu – le – daba – que – hablasen.” En ese momento ella se dio cuenta y me dijo: “Ellos fueron los que hablaron en lenguas, no el Espíritu Santo.”

Yo le pregunté: “Entonces quien hablará en lenguas, ¿usted o él Espíritu Santo?” Ella me contestó: “Yo hablaré en lenguas.” Le volví a imponer las manos, y al instante ella recibió el Espíritu Santo con la evidencia de hablar en otras lenguas.

En la conversión de Cornelio y los suyos en el Capítulo décimo de Hechos, podemos ver algo muy interesante.

Hechos 10:44-47
44 Mientras aún hablaba Pedro estas palabras, el Espíritu Santo cayó sobre todos los que oían el discurso.
45 Y los fieles de la circuncisión que habían venido con Pedro se quedaron atónitos de que también sobre los gentiles se derramase el don del Espíritu Santo.
46 Porque les oían que hablaban en lenguas, y que magnificaban a Dios.
47 Entonces respondió Pedro: ¿Puede acaso alguno impedir el agua, para que no sean bautizados estos que han recibido el Espíritu Santo también como nosotros?

Si vemos los Capítulos 10 y 11 vemos que los creyentes hebreos pensaban que la salvación era solo para ellos, no entendían que Dios también había provisto salvación para los gentiles. ¿Cómo supieron que Dios proveyó salvación para los gentiles? Porque recibieron el Espíritu Santo tal como ellos (Vs. 47). ¿Cómo supieron que habían recibido el Espíritu Santo? Porque les oyeron que hablaron en lenguas y magnificaron a Dios (Vs. 46).

La evidencia inicial que una persona ha recibido el bautismo del Espíritu Santo es que habla en lenguas.

En Hechos 19 nos encontramos otra vez con las lenguas.

Hechos 19:1-7
1 Aconteció que entre tanto que Apolos estaba en Corinto, Pablo, después de recorrer las regiones superiores, vino a Efeso, y hallando ciertos discípulos,
2 les dijo: ¿Recibisteis el Espíritu Santo cuando creísteis? Y ellos le dijeron: Ni siquiera hemos oído si hay Espíritu Santo.
3 Entonces dijo: ¿En qué, pues, fuisteis bautizados? Ellos dijeron: En el bautismo de Juan.
4 Dijo Pablo: Juan bautizó con bautismo de arrepentimiento, diciendo al pueblo que creyesen en aquel que vendría después de él, esto es en Jesús el Cristo.
5 Cuando oyeron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús.
6 Y habiéndoles impuesto Pablo las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo; y hablaban en lenguas, y profetizaban.
7 Eran por todos unos doce hombres.

Vemos que cuando Pablo les impuso las manos a estos doce discípulos de Juan, recibieron el Espíritu Santo y hablaron en otras lenguas.

Es lo que me pasó a mi, como no sentí nada cuando recibí el Espíritu Santo, pensé que no había recibido nada. Pero mis amigos y yo supimos que lo había recibido porque estaba hablando en lenguas. Esa evidencia inicial nos hizo saber que había recibido ya el Espíritu Santo.

Recuerda: la forma como uno puede saber que ha recibido el Espíritu Santo es porque habla en lenguas.

Hace unos días estaba predicando en una iglesia; Dios me había dicho que hable acerca del Bautismo del Espíritu Santo. Después de compartir la Palabra, hice el llamado para que la gente recibiese el Espíritu Santo, prácticamente pasó toda la iglesia, parece que solamente el Pastor y algún otro hermano lo había recibido.

Después de la ministración cerca del 70% de los hermanos había recibido el Bautismo del Espíritu Santo. ¿Cómo supimos que lo habían recibido? Porque estaban hablando en lenguas.

¡Si! El hablar en lenguas es la evidencia de haber recibido el Bautismo del Espíritu Santo.

Una Experiencia Continua

En Efesios 5:18-20 vemos que el Bautismo del Espíritu es una experiencia continua.

Efesios 5:18-20
18 No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu,
19 hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones;
20 dando gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.

Una traducción literal del griego es: “sed siendo llenos.” Es decir, que debemos estar siendo llenados continuamente del Espíritu Santo.
En Hechos 4:31 vemos que los mismos discípulos que fueron llenos del Espíritu Santo en Pentecostés tuvieron otra experiencia similar.

Hechos 4:31
Cuando hubieron orado, el lugar en que estaban congregados tembló; y TODOS FUERON LLENOS DEL ESPÍRITU SANTO, y hablaban con denuedo la Palabra de Dios.

El ser lleno del Espíritu Santo no es algo que ocurre una vez y nunca más. Es algo que podemos experimentar en nuestra vida diaria. En 2 Timoteo 1:6 dice: “Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos.” Es decir, somos nosotros los que debemos avivar el Espíritu Santo en nuestro interior.

¿Cómo lo hacemos? Principalmente por medio de la oración en lenguas. Como hemos visto en los pasajes anteriores, cada vez que alguien fue lleno del Espíritu, habló en lenguas.

Además hablando con salmos, himnos y cánticos espirituales. Un salmo es un poema espiritual o una oda. Puede que rime o puede que no; sin embargo, hay un elemento de poesía al respecto. Puede ser cantando, entonado o simplemente recitado. Un himno es una canción de alabanza y adoración dirigida y dedicada a Dios. Un cántico espiritual es una canción que da revelación de la Palabra que el Espíritu Santo le ha dado.

En Colosenses 3:16 dice: “La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñandoos y exhortandoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales.” Los salmos, himnos y cánticos espirituales son dados por el Espíritu Santo; y son basados en la Biblia, porque cualquier cosa que da el Espíritu Santo es basado en ella.

Debemos dejar que el Espíritu Santo nos de estas cosas en nuestra vida diaria, para mantener una vida llena del Espíritu Santo.

domingo, noviembre 19, 2006

Las Nuevas Lenguas 3


Capítulo 3: Diez Razones Por Las Que Todo Creyente Debería Hablar En Lenguas

Esta enseñanza se basa en el libro “Siete Pasos Para Recibir el Espíritu Santo”, del Rev. Kenneth E. Hagin

Primera de Corintios 14: 18
18 Doy gracias a Dios que hablo en lenguas más que todos vosotros

Pareciera como si lo único que querían hacer los corintios era hablar en lenguas. Si Pablo habló en lenguas más que ellos, debe haberse despertado hablando en lenguas, irse a la cama hablando en lenguas, y hablar en lenguas entre comidas. ¡Ciertamente hizo una gran cantidad de oración en lenguas!

Veremos 10 razones por las que todo creyente debería hablar en lenguas:

Razón 1 - Las Lenguas Son La Señal Inicial

La palabra de Dios nos enseña que cuando somos llenos del Espíritu Santo, hablamos en otras lenguas, según el Espíritu nos dé las palabras. Esta es la evidencia o señal inicial de la morada del Espíritu Santo en nosotros.

Hechos 2:4
4 Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen

Howard Carter, superintendente general de las Asambleas de Dios en Inglaterra durante 19 años, fue el fundador de la más antigua Escuela Bíblica Pentecostal del mundo. El decía que no debíamos olvidar que el hablar en otras lenguas no sólo es la evidencia inicial de la morada interior del Espíritu Santo; es una experiencia continua por el resto de nuestra vida.
¿Con qué propósito? para ayudar en la adoración a Dios. Hablar en lenguas es una corriente fluyendo que nunca debería secarse, porque enriquecerá la vida espiritual de la persona. Esto concuerda con lo que Pablo decía acerca de que el hablar en lenguas lo edificará.

Razón 2 - Las Lenguas Son Para Edificación

Encontramos a Pablo, escribiendo a la Iglesia de los Corintios, que continúen practicando el hablar en lenguas en nuestro vida de adoración y oración.

1 Corintios 14: 4
4 El que habla en lengua extraña, a sí mismo se edifica; pero el que profetiza, edifica a la iglesia.

El hablar u orar en lenguas es un medio de edificación espiritual o crecimiento espiritual para el creyente.

1 Corintios 14:2
2 Porque el que habla en lenguas no habla a los hombres, sino a Dios; pues nadie le entiende, aunque por el Espíritu habla misterios

Una traducción del Nuevo Testamento dice: “habla secretos divinos”.
Pablo está diciendo aquí que Dios le ha dado a la Iglesia un medio sobrenatural de comunicación con El.

1 Corintios 14: 4
14 Porque si yo oro en lengua desconocida, mi espíritu ora, pero mi entendimiento queda sin fruto.

Notemos que dice: “Mi espíritu ora”. La Biblia amplificada añade: “mi espíritu [por el Espíritu Santo en mí ] ora”.
Jesús dijo en Juan 4:24: “Dios es Espíritu”. Cuando oramos en lenguas, nuestro espíritu ora. Cuando oramos en lenguas, nuestro espíritu está en contacto directo con Dios, que es Espíritu, y hablamos en un lenguaje divino y sobrenatural.
Jesús no dijo que solo unos pocos que deberían hablar en lenguas. El dijo: “Y estas señales seguirán a los que creen”. “Los” es plural. Significa todos. Estás señales son para todos así que todos deberíamos hablar en lenguas.

Razón 3 - Las Lenguas Nos Recuerdan La Presencia Del Espíritu Morando En Nosotros

El hablar en lenguas es una evidencia sobrenatural del Espíritu Santo que mora en nosotros. En Hechos 10, los seis judíos que acompañaron a Pedro a la casa de Cornelio estaban atónitos de que el don del Espíritu Santo también se derramase sobre los gentiles. Ellos pensaban que sólo era para la iglesia judía.
¿Cómo supieron que los gentiles habían recibido el don del Espíritu Santo? Hechos 10:46 dice: “Porque les oían que hablaban en lenguas, y que magnificaban a Dios.” Dicho de otro modo, había una evidencia sobrenatural o inicial de la morada interior del Espíritu Santo.
La práctica continua de hablar y orar en lenguas nos ayuda a estar conscientes de la presencia del Espíritu. Si cada día soy consciente de la presencia interior del Espíritu Santo, ciertamente afectará mi manera de vivir.

Razón 4 - El Orar En Lenguas Es Orar En Línea Con La Perfecta Voluntad De Dios

El orar en lenguas elimina la entrada del egoísmo en nuestras oraciones.

Romanos 8:26
26 Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.

Pablo dijo “pues que hemos de pedir como conviene, no lo sabemos.” No dice que no sabemos como orar, ya que sabemos como orar. Oramos al Padre en el nombre del Señor Jesucristo. Así se debe orar. Pero, sólo porque sepamos como orar no significa que sepamos por qué hacerlo.
P.C. Nelson, fundador del Instituto Bíblico del Sudoeste (en Estados Unidos), fue un erudito del griego. El le dijo a nuestros jóvenes ministros que el griego decía literalmente: “El Espíritu Santo mismo hace intercesión por nosotros con gemidos que no pueden ser expresados en lenguaje articulado” (lenguaje articulado es la clase ordinaria de lenguaje). El indicó que el griego confirma que esto no sólo incluye “gemidos” en oración, sino también “otras lenguas”.
Esto concuerda con lo que Pablo dijo en Primera de Corintios 14: 14 “Porque si yo oro en lengua desconocida, mi espíritu ora, pero mi entendimiento queda sin fruto”.
Las personas deberían cuidarse de burlarse del hablar en lenguas, porque cuando una persona ora en lenguas, es nuestro espíritu orando por el Espíritu Santo en él. Los que lo hacen en realidad se están burlando del Espíritu Santo.
El Espíritu Santo en Nosotros le da las expresiones; Nosotros habla lo que sale de su espíritu. Con ese método, el Espíritu Santo está ayudándolo a orar de acuerdo a la voluntad de Dios por cosas que deberían de orarse.
El Espíritu Santo no gime ni ora en lenguas sin nosotros. Esos gemidos vienen de nuestro interior y salen por nuestros labios. El Espíritu Santo hará la oración por nosotros. El fue enviado para morar en nosotros El es un ayudador; un intercesor, pero no intercede sin nosotros. Fue enviado para ayudarnos a orar, pero no es el responsable de nuestro vida de oración.
La manera como nos ayuda es a través de esos gemidos que escapan de nuestros labios. Salen de nuestro espíritu, nacen del Espíritu Santo. Así que, hablar en lenguas es una oración dirigida por el Espíritu. Eso elimina la posibilidad de la oración egoísta. Muchas veces cuando las oraciones de las personas están basadas en nuestros propios deseos y pensamientos, reciben cosas que no están de acuerdo con la voluntad de Dios, y que no son lo mejor para ellos.

Razón 5 - Orar En Lenguas Estimula La Fe

Judas 20
20 Pero vosotros, amados, edificándoos sobre vuestra santísima fe, orando en el Espíritu Santo.

Esto es una prueba concluyente. El orar en lenguas ayuda y estimula mi fe. El orar en lenguas me ayuda a aprender a confiar en Dios más plenamente. El hablar en lenguas ayuda a mi fe. No, no me da fe, ayuda a mi fe.
Debido a que el Espíritu Santo dirige sobrenaturalmente las palabras que hablo en lenguas, la fe debe ser usada para hablarlas, porque no se que palabras seguirán. Confió en Dios por ella. Y al confiar en Dios en esa área me ayudará a confiar en Dios en otra área.

Razón 6 - El Orar En Lenguas Es Un Medio Para Mantenernos Libres De La Contaminación Del Mundo

El hablar en lenguas es medio para mantenerse libre del hablar impío, profano y vulgar que nos rodea. Podemos hablar quietamente en lenguas para nosotros.
Sin importar donde está, Nosotros podemos hacer lo que dice en Primera de Corintios 14:28 “Y si no hay intérprete, calle en la iglesia, y hable para sí mismo y para Dios.” Si puede hacerlo en la iglesia, puede hacerlo en el trabajo. No molestará a nadie. Muchas veces he orado calladamente en lenguas para mi mismo en una peluquería o en algún lugar del centro de la ciudad donde escuchaba cosas que no ayudaban a mi vida espiritual.
No importa donde esté, Nosotros puede hablar en lenguas consigo mismo y con Dios.
Eso evitará que Nosotros sea contaminado con las cosas del mundo.

Razón 7 - El Orar En Lenguas Nos Capacita Para Orar Por Lo Desconocido

El orar en lenguas provee una manera de orar por situaciones que nadie conoce o se imagina. Por otro lado, el Espíritu Santo conoce todo. La palabra de Dios dice: “Pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemido indecibles” en lenguaje articulado. Incluido en eso está el hablar en lenguas.
Un misionero en África y un obrero nativo alquilaron un bote para ir ha predicar a una isla. Esa noche, al regresar, se levantó de repente una tormenta tropical. El dueño de la embarcación les dijo que si se quedaban ahí el bote se voltearía y ellos se ahogarían, pero si navegaban hacia la bahía, chocarían con los arrecifes. El le preguntó al misionero que quería hacer. El misionero contestó: “Es nuestro bote. ¿Qué es lo que quiere hacer? ¿Qué piensa que sería lo mejor?”
El hombre respondió que prefería probar fortuna con los arrecifes. El misionero y el obrero nativo oraron y dijeron: Muy bien, vayamos. El relató que mientras se acercaban a los arrecifes, de repente sintió como que el bote se elevase y fuese llevado sobre el agua.
El misionero dijo que él, el obrero nativo, y dos o tres pecadores, incluyendo al dueño, testificaron este evento milagroso. Dios levantó literalmente el velero sobre los arrecifes hacia aguas seguras.
La semana siguiente, el misionero estaba visitando otra estación misionera y una misionera le preguntó si había tenido problemas en lunes anteriores cerca de las 10 de la noche. El preguntó porque. Ella le dijo que se había ido a acostar temprano esa noche, porque planeaba salir de gira la mañana siguiente. Pero cerca de las diez se levantó con tal carga de oración que todo lo que pudo hacer fue orar en lenguas y gemir en el Espíritu.
El Espíritu sabe lo que nosotros no sabemos.

Razón 8: El Orar En Lenguas Nos Da Un Refrigerio Espiritual

Isaías 28: 11, 12
11 Porque en lengua de tartamudos, y en extraña lengua hablará a este pueblo,
12 a los cuales él dijo: Este es el reposo; dad reposo al cansado; y este es el refrigerio; mas no quisieron oír.

¿Cuál es el descanso? ¿Cuál es el refrigerio? Hablar en otras lenguas, la Palabra de Dios dice: “Este es el reposo, dad reposo al cansado, y este es el refrigerio....”.
A veces el doctor nos dice que necesitamos una cura de reposo. Bueno, la mejor cura del mundo es orar en lenguas. Nosotros podemos tomar cada día esta cura de reposo.
En estos días de disturbios, inseguridad y confusión, necesitamos este descanso; que viene por hablar en lenguas.

Razón 9: Al Orar En Lenguas Damos Gracias Perfectamente

1Corintios 14:14-17
14 Porque si yo oro en lengua desconocida, mi espíritu ora, pero mi entendimiento queda sin fruto.
15 ¿Qué, pues? Oraré con el espíritu, pero oraré también con el entendimiento; cantaré con el espíritu, pero cantaré también con el entendimiento.
16 Porque si bendices sólo con el espíritu, el que ocupa lugar de simple oyente, ¿cómo dirá el Amén a tu acción de gracias? pues no sabe lo que has dicho.
17 Porque tú, a la verdad, bien das gracias; pero el otro no es edificado

Suponga que me invita a comer, y me dice: “Hermano Ricardo, por favor dé las gracias”. Pablo dijo que la gente indocta en asuntos espirituales no sería edificado si orase en lenguas, porque no me entenderían. El dijo que sería mejor orar con mi entendimiento en ese caso; pero si yo orase en lenguas, debería interpretarlas, así el sabría lo que he dicho.
Noté, sin embargo, que Pablo dice que el hablar en lenguas provee la más hermosa forma de orar y dar gracias, porque “a la verdad, tu bien das gracias”.

Razón 10: Orar En Lenguas Pone La Lengua En Sujeción

Santiago 3:8
8 pero ningún hombre puede domar la lengua, que es un mal que no puede ser refrenado, llena de veneno mortal.

Al rendir nuestro lengua al Espíritu Santo mientras está orando en lenguas es un gran paso hacia la completa bendición de nuestro cuerpo a Dios. Si puede rendir nuestra lengua, puede rendir cualquier miembro de nuestro cuerpo. Eso es lo que la escritura enseña.

martes, noviembre 07, 2006

Las Nuevas Lenguas 2


Capítulo 2: La Evidencia del Bautismo Con el Espíritu Santo

Aquí responderemos a la pregunta de Charles Parham: ¿Cuál es la evidencia en el libro de los Hechos de recibir el Bautismo del Espíritu Santo?
Hay cinco casos en Hechos en que gente recibió el Espíritu Santo

Hechos 1:4-5,8
4 Y estando juntos, les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la promesa del Padre, la cual, les dijo, oísteis de mí.
5 Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días.
8 Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.

Jesús les dijo a sus discípulos que esperasen en Jerusalén la venida del Espíritu Santo.

Las Lenguas en Pentecostés

Nuestro primer caso fue en el día de Pentecostés.

Hechos 2:1-4
1 Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos.
2 Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados;
3 y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos.
4 Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.

El cumplimiento de esto ocurrió el día de Pentecostés, y la evidencia de lo que recibieron fue que hablaron en otras lenguas.

Hechos 2:16-18
16 Mas esto es lo dicho por el profeta Joel: 17 Y en los postreros días, dice Dios, Derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, Y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; Vuestros jóvenes verán visiones, Y vuestros ancianos soñarán sueños; 18 Y de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas en aquellos días Derramaré de mi Espíritu, y profetizarán.

Pedro dijo que el derramamiento del Espíritu fue el cumplimiento de la profecía de Joel.

Hechos 2:32-33
32 A este Jesús resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos.
33 Así que, exaltado por la diestra de Dios, y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que vosotros veis y oís.

Los moradores de Jerusalén vieron y oyeron algo, que los discípulos hablaron en lenguas como consecuencia del derramamiento del Espíritu Santo.

Las Lenguas en Samaria

Nuestro segundo caso se ve durante la predicación de Felipe en Samaria.

Hechos 8:4-8
4 Pero los que fueron esparcidos iban por todas partes anunciando el evangelio.
5 Entonces Felipe, descendiendo a la ciudad de Samaria, les predicaba a Cristo.
6 Y la gente, unánime, escuchaba atentamente las cosas que decía Felipe, oyendo y viendo las señales que hacía.
7 Porque de muchos que tenían espíritus inmundos, salían éstos dando grandes voces; y muchos paralíticos y cojos eran sanados;
8 así que había gran gozo en aquella ciudad.
12 Pero cuando creyeron a Felipe, que anunciaba el evangelio del reino de Dios y el nombre de Jesucristo, se bautizaban hombres y mujeres.

Felipe estaba predicando a Jesucristo con grandes señales y prodigios, y como resultado de ello mucha gente se estaba convirtiendo.
Notemos que las personas se estaban bautizando y sabemos que ningún ministro bautiza a un inconverso.

Hechos 8:14-17
14 Cuando los apóstoles que estaban en Jerusalén oyeron que Samaria había recibido la palabra de Dios, enviaron allá a Pedro y a Juan;
15 los cuales, habiendo venido, oraron por ellos para que recibiesen el Espíritu Santo;
16 porque aún no había descendido sobre ninguno de ellos, sino que solamente habían sido bautizados en el nombre de Jesús.
17 Entonces les imponían las manos, y recibían el Espíritu Santo.

Pedro y Juan se dieron cuenta que aunque los samaritanos habían recibido a Jesús todavía no habían recibido el Espíritu Santo; así que cuando les imponían las manos ellos recibían el Bautismo del Espíritu Santo.

Hechos 8:18-20
18 Cuando vio Simón que por la imposición de las manos de los apóstoles se daba el Espíritu Santo, les ofreció dinero,
19 diciendo: Dadme también a mí este poder, para que cualquiera a quien yo impusiere las manos reciba el Espíritu Santo.
20 Entonces Pedro le dijo: Tu dinero perezca contigo, porque has pensado que el don de Dios se obtiene con dinero

¿Qué vio Simón, el mago, que lo impulso a querer comprar el poder que tenían los apóstoles?
Recordemos que en Pentecostés los moradores de Jerusalén también vieron algo.
Lo que vieron fue que la gente que recibía el Bautismo del Espíritu hablaba en lenguas.

Las Lenguas en la vida del Apóstol Pablo

El tercer caso fue el apóstol Pablo.

Hechos 9:10-12,17,18
10 Había entonces en Damasco un discípulo llamado Ananías, a quien el Señor dijo en visión: Ananías. Y él respondió: Heme aquí, Señor.
11 Y el Señor le dijo: Levántate, y ve a la calle que se llama Derecha, y busca en casa de Judas a uno llamado Saulo, de Tarso; porque he aquí, él ora,
12 y ha visto en visión a un varón llamado Ananías, que entra y le pone las manos encima para que recobre la vista
17 Fue entonces Ananías y entró en la casa, y poniendo sobre él las manos, dijo: Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recibas la vista y seas lleno del Espíritu Santo.
18 Y al momento le cayeron de los ojos como escamas, y recibió al instante la vista; y levantándose, fue bautizado.

Aquí vemos como Ananías le impuso las manos para que recibiese el Espíritu Santo.

1 Corintios 14:18
18 Doy gracias a Dios que hablo en lenguas más que todos vosotros.

Es evidente que Pablo habló en lenguas, pues, el dice que hablaba en lenguas mas que los corintios.

Las Lenguas en la casa de Cornelio

Nuestro cuarto caso es Cornelio y los suyos unos 10 años después de Pentecostés.

Hechos 10:1-5
1 Había en Cesárea un hombre llamado Cornelio, centurión de la compañía llamada la Italiana,
2 piadoso y temeroso de Dios con toda su casa, y que hacía muchas limosnas al pueblo, y oraba a Dios siempre.
3 Este vio claramente en una visión, como a la hora novena del día, que un ángel de Dios entraba donde él estaba, y le decía: Cornelio.
4 El, mirándole fijamente, y atemorizado, dijo: ¿Qué es, Señor? Y le dijo: Tus oraciones y tus limosnas han subido para memoria delante de Dios.
5 Envía, pues, ahora hombres a Jope, y haz venir a Simón, el que tiene por sobrenombre Pedro.

Cornelio fue el primer no judío ó gentil que recibió el Bautismo del Espíritu.

Hechos 10:24
24 Al otro día entraron en Cesárea. Y Cornelio los estaba esperando, habiendo convocado a sus parientes y amigos más íntimos.

Cornelio mandó por Pedro y lo esperó con los suyos y sus amigos mas íntimos.

Hechos 10:44-46
44 Mientras aún hablaba Pedro estas palabras, el Espíritu Santo cayó sobre todos los que oían el discurso.
45 Y los fieles de la circuncisión que habían venido con Pedro se quedaron atónitos de que también sobre los gentiles se derramase el don del Espíritu Santo.
46 Porque los oían que hablaban en lenguas, y que magnificaban a Dios.

¿Cómo supieron los judíos que los gentiles habían recibido el Bautismo del Espíritu Santo? Porque los oyeron hablar en lenguas.

Las Lenguas y los Discípulos de Juan

Nuestro quinto caso lo vemos en Efeso unos 20 años después de Pentecostés.

Hechos 19:1-7
1 Aconteció que entre tanto que Apolos estaba en Corinto, Pablo, después de recorrer las regiones superiores, vino a Efeso, y hallando a ciertos discípulos,
2 les dijo: ¿Recibisteis el Espíritu Santo cuando creísteis? Y ellos le dijeron: Ni siquiera hemos oído si hay Espíritu Santo.
3 Entonces dijo: ¿En qué, pues, fuisteis bautizados? Ellos dijeron: En el bautismo de Juan.
4 Dijo Pablo: Juan bautizó con bautismo de arrepentimiento, diciendo al pueblo que creyesen en aquel que vendría después de él, esto es, en Jesús el Cristo.
5 Cuando oyeron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús.
6 Y habiéndoles impuesto Pablo las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo; y hablaban en lenguas, y profetizaban.
7 Eran por todos unos doce hombres.

Vemos que cuando los 12 discípulos de Juan el Bautista recibieron el Espíritu Santo ellos también hablaron en lenguas.

Después de examinar estos casos podemos llegar a la conclusión a la que llegaron los discípulos de Charles Parham: La evidencia que tuvieron todas las personas que recibieron el Bautismo del Espíritu Santo en el Libro de Hechos fue el hablar en otras lenguas.
Si esa es la evidencia bíblica de recibir el Bautismo del Espíritu Santo, no deberíamos esperar otra, sino aceptarla como una experiencia válida para nuestras vidas el día de hoy.

viernes, noviembre 03, 2006

Las Nuevas Lenguas

Capítulo 1: Las Nuevas Lenguas

Marcos 16:17
17 Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas;

Hechos 2:4
4 Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.

Una de las señales del Nuevo Pacto es el hablar en nuevas (kainos) lenguas.

KAINOS: Indica lo nuevo, lo que es desusado o desacostumbrado; no nuevo ni reciente en el tiempo, sino nuevo en forma o calidad; o de diferente naturaleza comparado con lo que se contrasta como viejo. Las nuevas lenguas (kainos) de Marcos 16:17, son las otras lenguas (heteros) de Hechos 2:4. Sin embargo, estas lenguas son nuevas y diferentes, no en el sentido de que nunca fueron habladas, o que fueran nuevas para los oyentes, pues es evidente en Hechos 2:8 que ese no era el caso; eran nuevos lenguajes para los que hablaban, pero no para los que los escuchaban.

Hechos 2:8
8 ¿Cómo, pues, les oímos nosotros hablar cada uno en nuestra lengua en la que hemos nacido?

Hechos 1:4,5,8
4 Y estando juntos, les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la promesa del Padre, la cual, les dijo, oísteis de mí.
5 Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días.
8 pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.

Jesús les estaba diciendo a sus discípulos que iba a derramar el Bautismo del Espíritu Santo sobre ellos.

Hechos 2:1-4
1 Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos.
2 Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados;
3 y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos.
4 Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.

La señal de que ellos recibieron el Bautismo del Espíritu Santo fue el hablar en nuevas lenguas.
Charles Parham, uno de los padres del movimiento pentecostal, le pidió a los alumnos de su escuela bíblica que encontrasen en el libro de Hechos cual fue la evidencia de que las personas hubieran recibido el Bautismo del Espíritu Santo, todos los alumnos sin excepción descubrieron que el Hablar en lenguas fue la evidencia.
Esto sucedió pocos años antes del gran avivamiento pentecostal de la calle Azusa en 1906; incluso J. Seymour, fundador de ese movimiento fue alumno de Parham.

Hechos 2:5-11
5 Moraban entonces en Jerusalén judíos, varones piadosos, de todas las naciones bajo el cielo.
6 Y hecho este estruendo, se juntó la multitud; y estaban confusos, porque cada uno les oía hablar en su propia lengua.
7 Y estaban atónitos y maravillados, diciendo: Mirad, ¿no son galileos todos estos que hablan?
8 ¿Cómo, pues, les oímos nosotros hablar cada uno en nuestra lengua en la que hemos nacido?
9 Partos, medos, elamitas, y los que habitamos en Mesopotamia, en Judea, en Capadocia, en el Ponto y en Asia,
10 en Frigia y Panfilia, en Egipto y en las regiones de Africa más allá de Cirene, y romanos aquí residentes, tanto judíos como prosélitos,
11 cretenses y árabes, les oímos hablar en nuestras lenguas las maravillas de Dios.

En ese momento era en Jerusalén la fiesta de Pentecostés; durante la cual judíos y prosélitos de todo el mundo conocido iban a Jerusalén para celebrarla. De pronto escuchan el viento recio y la gente hablando en el idioma de estos visitantes, los cuales entendían lo que les hablaban; lo cual no ocurría con los que hablaban, pues para ellos eran nuevas lenguas.

Hechos 2:12-21
12 Y estaban todos atónitos y perplejos, diciéndose unos a otros ¿Qué quiere decir esto?
13 Mas otros, burlándose, decían: Están llenos de mosto. 14 Entonces Pedro, poniéndose en pie con los once, alzó la voz y les habló diciendo: Varones judíos, y todos los que habitáis en Jerusalén, esto os sea notorio, y oíd mis palabras.
15 Porque éstos no están ebrios, como vosotros suponéis, puesto que es la hora tercera del día.
16 Mas esto es lo dicho por el profeta Joel: 17 Y en los postreros días, dice Dios, derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; vuestros jóvenes verán visiones, vuestros ancianos soñarán sueños; 18 Y de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas en aquellos días derramaré de mi Espíritu, y profetizarán. 19 Y daré prodigios arriba en el cielo, Y señales abajo en la tierra, Sangre y fuego y vapor de humo; 20 El sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre, antes que venga el día del Señor, grande y manifiesto; 21 Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.
Pedro dice aquí que las “otras lenguas” vinieron como consecuencia del derramamiento del Espíritu Santo producido como cumplimiento de la profecía de Joel.

Joel 2:28-32
28 Y después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones.
29 Y también sobre los siervos y sobre las siervas derramaré mi Espíritu en aquellos días. 30 Y daré prodigios en el cielo y en la tierra, sangre, y fuego, y columnas de humo.
31 El sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre, antes que venga el día grande y espantoso de Jehová.
32 Y todo aquel que invocare el nombre de Jehová será salvo; porque en el monte de Sion y en Jerusalén habrá salvación, como ha dicho Jehová, y entre el remanente al cual él habrá llamado.

Hechos 2:32-33
32 A este Jesús resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos.
33 Así que, exaltado por la diestra de Dios, y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que vosotros veis y oís.

Es interesante lo que dice Pedro, la gente vio y oyó. Además nos dice que esto que vieron y oyeron vino como consecuencia de la obra que hizo Jesús cuando se sentó a la diestra de Dios y recibió la promesa del Padre, que es el Bautismo del Espíritu Santo.

Hechos 2:38-39
38 Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.
39 Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare.

Aquí Pedro nos da los requisitos para recibir el Bautismo del Espíritu Santo: sencillamente recibir a Jesucristo.
También dice para quien es: para todos los que el Señor llamare; es decir para toda persona que reciba a Jesús.

martes, octubre 31, 2006

El Bautismo con el Espíritu Santo 3

Como Recibir el Bautismo con el Espiritu

Lo primero que necesitas es saber que Dios lo ha provisto para ti.

Efesios 5:18 dice: “Sed llenos del Espíritu Santo;” esto es un mandamiento que Dios le hace a todos los creyentes.

¿Cómo puede pedirte Dios que hagas algo si es que no lo ha provisto para ti?

En Hechos 2:39, Pedro, dijo refiriéndose al Espíritu Santo: “Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare.”

Hechos 2:39 (Versión Amplificada)
39 Porque la promesa [del Espíritu Santo] es por ti y para ti y tus hijos, y por y para todos los que estén lejos, [inclusive] por y para todos los que el Señor nuestro Dios invite y les ofrezca que vengan a El.

La promesa es para todos, no es solo para el tiempo de los apóstoles, si Dios te ha ofrecido la salvación y tu la has aceptado, entonces el Bautismo del Espíritu Santo es para ti. Dios ya te proveyó el Bautismo del Espíritu Santo.

Lo segundo que debes hacer es pedirlo.

En 1 Juan 5:14-15 dice: “Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquier cosa que le pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho.”

Hemos visto que la voluntad de Dios es que todos los creyentes reciban el Bautismo del Espíritu; así que si lo quieres solo debes pedirlo y el te lo dará.

Lucas 11:13 nos dice esto mas claramente: “Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?”

Yo tengo cuatro hijos, yo los amo y quiero que tengan las mejores cosas; ¿cuánto más Dios?

En este pasaje Dios nos dice que si le pedimos el Espíritu Santo nos lo dará, que estás esperando para hacerlo.

Haz esta oración ahora:

Padre Celestial te pido conforme a tu Palabra que me des el Espíritu Santo. Creo que en este momento soy Bautizado con el Espíritu, en el nombre de Jesús, amén

Lo tercero que debes hacer es creer que recibes.

En Marcos 11:23 dice: “Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá.”

Si le has pedido algo a Dios debes creer que ya lo has recibido; que ya es tuyo.

Es como cuando tienes ganas de comerte una pizza y llamas por teléfono a la pizzería para que te envíen una a tu casa. Tu sabes que antes de 30 minutos estará en tu casa, ¿no es cierto?

De la misma forma que sabes que esa pizza llegará a tu casa, debes de estar seguro que ya tienes lo que le has pedido a Dios.

Al momento que oras debes creer que el Espíritu Santo ha entrado en tu interior, y que has sido bautizado en el Espíritu Santo.

Lo cuarto que debes hacer es escuchar en tu interior el nuevo idioma que Dios te da.

Hemos visto que la señal inicial del Bautismo el Espíritu Santo es hablar en lenguas. Al momento que crees que has recibido el Bautismo del Espíritu, vas ha escuchar en tu interior un idioma que no conoces, puede que sea una frase, una palabra o una sílaba.

Cuando mis hijos nacieron ellos no me dijeron un día: “Hola Papi, hoy día he empezado ha hablar.” No ellos empezaron diciendo “pa,” “ma,” luego dijeron “mamá,” “papá,” y después poco a poco fueron añadiendo palabras a su vocabulario.

Igual ocurre a veces cuando una persona recibe el Espíritu Santo, he visto personas que empiezan diciendo “ba,” o “abba” y luego empezaron a hablar poco a poco de una manera fluida.

Otras personas recibirán una palabra, una frase o un idioma, no importa lo que recibas, es algo sobrenatural que viene de Dios.

Cuando yo recibí empecé ha hablar un idioma, pero esa fue mi experiencia; Dios es un Dios personal, y El hará algo especial para ti.

Lo quinto que debes hacer es actuar en fe.

En Hechos 2:4 dice: "Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas según el Espíritu le daba que hablasen.”

Este punto va ligado con el anterior. El Espíritu Santo les dio las palabras que hablasen. Fueron palabras que salieron del interior de ellos; fueron cosas que vinieron de su interior. Pero, fueron ellos los que la hablaron.

Tu acto de fe es hablar las palabras que salen de tu interior. Tu tienes que decirlas.

No ores en tu idioma nativo, o en alguno que ya conoces, empieza ha hablar ese idioma que Dios te ha dado.

Una vez que los has recibido continúa hablándolo una y otra vez, recuerda que es una experiencia continua.

sábado, octubre 28, 2006

El Bautismo con el Espiritu Santo 2

Doctrina de Bautismos

Por tanto, dejando ya los rudimentos de la doctrina de Cristo, vamos adelante a la perfección; no echando otra vez el fundamento del arrepentimiento de obras muertas, de la fe en Dios, de la fe en Dios, DE LA DOCTRINA DE BAUTISMOS, de la imposición de manos, de la resurrección de los muertos y del juicio eterno. Y esto haremos, si Dios en verdad lo permite.
- Hebreos 6:1-3

Es interesante ver que en este pasaje se habla de la doctrina de bautismos. No nos habla de un solo bautismo, sino de varios bautismos, por los que un creyente debería pasar.

Voy a tocar este punto porque muchos creyentes dicen: “Yo ya recibí todo el Espíritu Santo que se necesita cuando recibí a Jesús.” Lo cual solo es cierto en parte, y sabemos que toda verdad a medias es una mentira.

En esta parte veremos los diversos tipos de bautismo que vemos en Nuevo Testamento; y en especial los que se refieren al creyente. En la Biblia nos habla de varios tipos de bautismos: el bautismo para arrepentimiento de Juan, el bautismo en agua del creyente, el bautismo del Espíritu Santo y el bautismo del creyente en el cuerpo de Cristo.

En todo bautismo hay tres elementos: El bautizador, la persona bautizada y el elemento en que se es bautizado

El Bautismo para Arrepentimiento de Juan el Bautista

Este bautismo, fue un bautismo de arrepentimiento como preparación de la venida del Mesías. Era un bautismo de arrepentimiento para perdón de pecados era especialmente para los judíos, como preparación para la venida de su Mesías; del cual Juan fue precursor.

Mateo 3:1,5,6
1 En aquellos días vino Juan el Bautista predicando en el desierto de Judea.
5 Y salía a él Jerusalén, y toda Judea, y toda la provincia alrededor del Jordán,
6 y eran bautizados por en el Jordán, confesando sus pecados.

En este bautismo se ven tres elementos, los cuales se usan en cada uno de los diferentes tipos de bautismo. En primer lugar se halla el bautizador. En este caso el bautizador es Juan. En segundo lugar esta el elemento en el que se bautiza. Este elemento es el agua; ya que Juan bautizaba a la gente en el río Jordán. En tercer lugar se encuentra el bautizado. Los bautizados eran las personas que venían al Jordán para arrepentirse de sus pecados y prepararse para la venida del Mesías.

El Bautismo en Agua del Creyente

El bautismo en agua del creyente se ve en Mateo 28:19, dentro de la Gran Comisión: “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.”

Un ejemplo del bautismo de agua se ve en la predicación de Felipe al eunuco etíope:

Hechos 8:35-38
35 Entonces Felipe, abriendo su boca, y comenzando desde esta escritura, le anunció el evangelio de Jesús.
36 Y yendo por el camino llegaron a cierta agua, y dijo al eunuco: Aquí hay agua; ¿qué impide que yo sea bautizado?
37 Felipe dijo: Si crees de todo corazón, bien puedes. Y respondiendo, dijo: Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios.
38 Y mandó parar el carro; descendieron ambos al agua, Felipe y el eunuco y lo bautizó.

En este pasaje vemos en primer lugar el requisito para ser bautizado en agua: creer en Jesucristo; es decir, ser un creyente. También vemos los tres elementos del bautismo: El bautizador es un discípulo, quien bautizaba en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo; la persona bautizada es un creyente que ha oído y creído la Palabra; y el elemento es el agua.

El Bautismo con el Espíritu Santo

El bautismo con el Espíritu, también llamado la promesa del Padre se ve en Hechos 1:4-5: “Y estando juntos, les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la promesa del Padre, la cual, les dijo oísteis de mí. Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días.”

En el evangelio de Juan vemos quien es el que bautiza con el Espíritu Santo.

Juan 1:29-34
El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.
30 Este es aquel de quien yo dije: Después de mí viene un varón, el cual es antes de mí, porque era primero que yo.
31 Y yo no lo conocía; mas para que fuese manifestado a Israel, por esto vine yo bautizando con agua.
32 También dio Juan testimonio, diciendo: Vi al Espíritu Santo que descendía del cielo como paloma, y permaneció sobre él.
33 Y yo no le conocía; pero el que me envió a bautizar con agua, aquel me dijo: Sobre quien veas descender el Espíritu y que permanece sobre él, ese es le que bautiza con el Espíritu Santo.
34 Y yo le vi, y he dado testimonio que este es el Hijo de Dios.

Jesucristo es el que bautiza con el Espíritu Santo, él es el bautizador. El elemento es el Espíritu Santo. ¿Quiénes son los bautizados? En Hechos 2:1-4 dice: “Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos (los ciento veinte hermanos – Hechos 1:13-15). Y de repente vino del cielo como un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados; y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas según el Espíritu le daba que hablasen.”

También podemos ver en Hechos 8:14-17; 9:17; 10:44-46 y 19:1-7, que el bautismo con el Espíritu Santo es para los creyentes.

Hace unos años estaba con mi esposa en el hospital, pues debían tomarle una ecografía para saber el estado de su embarazo. Mientras esperaba salí a conversar con un hermano que tenía un puesto de golosinas en las afueras del hospital, Mientras conversábamos, le mostré estas escrituras. Le pregunté si creía que iba ha recibir el Espíritu Santo y me dijo que si; así que le impuse las manos y empezó a hablar en lenguas. Había recibido el Espíritu Santo.

De estos pasajes vemos que el que es bautizado es el creyente.

Entonces: Jesús es el que bautiza; el Espíritu Santo es el elemento en que se bautiza; y, el creyente en Jesucristo es el que es bautizado.

El Bautismo del Creyente en el Cuerpo de Cristo

En 1 Corintios 12:13 dice: “Porque por un solo Espíritu fuimos todos (los creyentes) bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu.”

El Bautismo del Creyente en el Cuerpo de Cristo es aquel en el que el creyente nace de nuevo y es injertado en el Cuerpo de Cristo. Es interesante notar que este bautismo es diferente al bautismo en agua del creyente.

Aquí el bautizador es el Espíritu Santo; el bautizado es el creyente; y el elemento en que es bautizado es el Cuerpo de Cristo.

Este bautismo ocurre cuando nacemos de nuevo. El Espíritu Santo nos injerta dentro del Cuerpo de Cristo. Pasamos a formar parte de la Iglesia. Nos convertimos en hijos de Dios. El bautismo de agua, por otro lado, es una declaración pública de la fe que hemos tomado. Es decirle a Dios, a los hombres y Satanás que hemos decidido seguir a Jesucristo.

Por este motivo en Marcos 16:15-16 dice: “Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado será salvo; mas el que no creyere (no dice el que no fuere bautizado) será condenado.”

Vemos aquí que el creer es lo esencial para salir de la condenación. El bautismo en agua tiene su importancia, y todo creyente debería hacerlo; pero no es lo que nos salva; como hemos dicho, es por el creer.

Yo creo que todo creyente debería bautizarse en agua lo mas pronto posible; debido a que, al obedecer al Señor en esta ordenanza, su entrega al Señor tendrá mayor significado; pero debe entender que eso no le da la salvación.

En 1 Corintios Pablo es claro respecto a la misión de la iglesia:

1 Corintios 1:17
17 Pues no me envió Cristo a bautizar, sino a predicar el evangelio; no con sabiduría de palabras, para que no se haga vana la cruz de Cristo.

Dios nos envió a predicar el evangelio, esa es la misión de la Iglesia.

Yo recibí a Cristo el 4 de Noviembre de 1979, fui bautizado en el Espíritu Santo el 2 de Enero de 1980, y fui bautizado en agua en Mayo de 1982. A finales de 1980 me repartieron un folleto de un grupo cristiano que se reunía cerca de mi casa. Decidí ir el domingo en la mañana; pues, yo me reunía en las tardes. Ya tenía cerca de un año de creyente, había casi terminado de leer la Biblia por primera vez, oraba, estaba predicando el evangelio, siendo guiado y usado por Dios. Pero llego a este lugar y me dicen que si no soy bautizado en agua no soy salvo. El confesar a Jesús como Señor de mi vida no había sido suficiente, necesitaba algo más.

Mi abuelita paterna recibió a Jesús a los 96 años, 3 días antes de morir. Una mañana ella empezó a gritar desesperada, estaba viendo el infierno, veía gente que se quemaba y no quería ir ahí. Mi esposa y yo la escuchamos y fuimos a su cuarto, mientras yo oraba en lenguas, ella la guiaba a Jesús, después de tres horas, la paz estaba en ella. Todo cambió, cuando Cristo entró en su corazón ella tuvo otra visión, ella empezó a ver a mi abuelo, que había partido al cielo 20 años antes, y a otros familiares. Y le dijo a mi abuelo que pronto iba ha estar con él. Los días siguientes, ella decía, que Jesús era bello y maravilloso. A los tres días ella partió al cielo sin dolor.

No tuvo tiempo para bautizarse; había estado 6 meses en cama, y no se levantó. Sin embargo, nadie me va ha decir que se fue al infierno por no bautizarse. Eso no es bíblico. Ella creyó en Jesús y lo confesó como su Señor.

Este grupo estaba equivocado, el bautismo en agua no nos salva; ciertamente es una experiencia espiritual, pero no es requisito para la salvación. Sin embargo hay un bautismo que entra en acción cuando nacemos de nuevo, el bautismo del creyente dentro del cuerpo. Esto es el nacer del Espíritu de Juan 3.

viernes, octubre 27, 2006

El Bautismo Con El Espíritu Santo 1

Introducción


Y en los postreros días, dice Dios, derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; vuestros jóvenes verán visiones y vuestros ancianos soñaran sueños. Y de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas en aquellos días derramaré de mi Espíritu, y profetizarán. Y daré prodigios arriba en el cielo, y señales abajo en la tierra, sangre fuego y vapor de humo; el sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre, antes que venga el día del Señor, grande y manifiesto; y todo aquel que invocare el nombre del Señor será salvo.

- Hechos 2:17-21

Este pasaje nos habla de un derramamiento que ocurrirá en el tiempo final; el derramamiento del Espíritu Santo.

Desde el siglo pasado este ha sido una temas controversiales de la iglesia. Comenzando en el avivamiento de la calle Azusa en 1906, de donde se extendió por medio de las iglesias pentecostales y luego con el movimiento carismático hasta el día de hoy.

El día de hoy vivimos en la etapa del último gran avivamiento, y una de las características de él es que millones de creyentes caminarán con la plenitud y poder del Espíritu Santo. Pero todo eso empieza cuando recibimos el Bautismo del Espíritu Santo

domingo, octubre 22, 2006

Orígenes del Pentecostalismo

Los primeros "Pentecostales" modernos aparecieron en 1901 en Topeka, Kansas en la escuela Bíblica Betel conducida por Charles Fox Parham, maestro de Santidad y ex pastor Metodista.

La primera persona en ser bautizada con el Espíritu Santo fue Agnes Ozman, una de las estudiantes de la Escuela Bíblica Betel, quien habló en lenguas el primer día del nuevo siglo, el primero de Enero de 1901.

Como resultado de este Pentecostés de Topeka, Parham formuló la doctrina de que las lenguas eran la "Evidencia Bíblica" del bautismo con el Espíritu Santo.

Parham fundó un movimiento eclesiástico el cual llamó "Fe Apostólica" y comenzó a tener avivamientos través del Medio Oeste Americano para promover esta nueva experiencia.

Fue en 1906, cuando el Pentecostalismo consiguió atención mundial a través del avivamiento de la Calle Azuza de Los Ángeles, California, dirigidos por el predicador Africo-Americano William Joseph Seymour.

El aprendió acerca del bautismo con el Espiritu Santo y su evidencia inicial de hablar en lenguas en una escuela Bíblica que Parham condujo en Houston, Texas en 1905. Invitado a pastorear una congregación negra de Santidad en Los Ángeles en 1906, Seymour abrió su histórica reunión en Abril, 1906 en un edificio de una antigua Iglesia Africana Metodista Episcopal (AME) en 312 Calle Azusa en el centro de Los Ángeles.

Por mas de tres años, la "Misión Apostólica de Fe" de la calle Azusa condujo tres servicios al día, siete días a la semana, donde miles de personas recibieron el bautismo con el Espíritu Santo y su evidencia de hablar en lenguas.

Este avivamiento se propagó por medio de 'La Fe Apostólica', un periódico que Seymour enviaba gratuitamente a 50,000 subscriptores.

De la calle Azusa, el Pentecostalismo se propagó rápidamente alrededor del mundo y comenzó a adelantar hasta convertirse en una de las mayores fuerzas del cristianismo teniendo en la actualidad más de 500 millones de miembros entre pentecostales y el movimiento carismático que surgió posteriormente.



viernes, octubre 20, 2006

Algo se está Perdiendo

Al participar en diversos foros cristianos por Internet, me he encontrado con que muchos creyentes pentecostales se están alejando de lo que creían los padres de este movimiento y ya no aceptan el hablar en lenguas como la evidencia del bautismo con el Espíritu Santo..

Esta misma conclusión la tuvo la Fundación Pew al realizar una encuesta diez países del mundo en la que descubrió que muchos pentecostales no hablan en lenguas

El hablar en lenguas, el cual ha sido un distintivo del pentecostalismo desde sus inicios, no es practicado por un gran número de creyentes carismáticos y pentecostales, según esta encuesta..

Este estudio que fue presentado recientemente por el Foro Pew sobre religión y vida pública. Los investigadores descubrieron que en seis de los diez países examinados, cerca del 40 por ciento de los pentecostales dijeron que nunca oran o hablan en lenguas.

John Green, asociado en jefe del Foro Pew sobre Religión y Vida Pública, y científico político de la Universidad de Akron, en Ohio; dijo “Pienso que la creencia pentecostal clásica de que hablar en lenguas era la evidencia verdadera del segundo bautismo del Espíritu Santo, por lo menos en la práctica, no es aceptada extensamente alrededor del mundo”.

Conversando en foro un hermano me habló que en su iglesia eran "Pentecostales Conservadores" y que no creían que todos los bautizados con el Espíritu Santo deberían hablar en lenguas, solo algunos.

Antes de decirles lo que le respondí, veamos los que dice Wikipedia acerca de la palabra conservador:

"Los conservadores son especialmente favorables a la continuidad en las formas de vida colectiva y adversas a los cambios bruscos o radicales."

Yo le respondí al hermano: "Un conservador es el que mantiene el status quo, y en el movimiento pentecostal el status quo es que los creyentes reciban el bautismo con el Espíritu Santo y que hablen en lenguas. ¿Que hubiera dicho Seymour de su posición? El creyente pentecostal que usted define como conservador, en realidad es un disidente o un progresista del movimiento pentecostal."

El Movimiento Pentecostal, que tiene sus raíces en la Iglesia Metodista y el Movimiento de Santidad, encuentra sus inicios en 1901, cuando Charles Fox Parham, abre su instituto Bethel en Topeka, Kansas.

Una de las preguntas que tenían era cual fue la evidencia que tuvieron los primeros creyentes de haber recibido el bautismo del Espíritu Santo en el libro de Hechos de los Apóstoles, todos los alumnos estudiaron esa noche y a la mañana siguiente concordaron que la evidencia era que hablaron en lenguas.

Esa noche tuvieron una reunión y varios recibieron el bautismo con el Espíritu Santo con la evidencia de hablar en otras lenguas, con el correr de los días todos lo habían recibido y hablaban en lenguas.

Uno de los que recibieron fue William Seymour, quien en 1906 alquilo un establo en la Calle Azusa en Los Ángeles, California, donde la gente iba a buscar el bautismo con el Espíritu Santo y la evidencia era que hablaban en lenguas. Y por ese motivo se les llamo pentecostales.

Pentecostalismo sin lenguas no es pentecostalismo.

Este año se cumplen 100 años del inicio del Movimiento Pentecostal, y desde que empezó decenas de millones de personas han recibido el Bautismo con el Espíritu Santo con la evidencia de hablar en otras lenguas.

Posteriormente, aparece el Movimiento Carismático, donde el fuego pentecostal entró en iglesias tradicionales,

La fecha referencial del inicio de este movimiento es el 3 de abril de 1960, en Van Nuys (California, USA), cuando en el púlpito de una iglesia episcopal, Dennis Bennett anunciaba haber hablado en lenguas.

De ahí este fuego se extendió por todos lados, incluso en 1967 entró a la iglesia católica.

La característica de este movimiento, fue que "hablaron en otras lenguas" (título de un famoso libro de esa época).

No podemos perder ese fuego, no podemos perder nuestra herencia.

Desde Parham y Seymour, pasando por Smith Wigglesworth, Lester Sumrall, Charles Price, Kenneth Hagin y muchos grandes pentescostales del pasado y el presente, ellos hablaron en otras lenguas.

Mantengamos ese fuego, y continuemos hablando en lenguas, no perdamos aquello que ha sido la base de nuestro movimiento.

Recuerdo una frase que me enseñaron hace años: "El Bautismo con el Espíritu Santo, con la evidencia de hablar en lenguas, es la llave ha lo sobrenatural."

Estando por entrar en este último gran mover de Dios sobre la tierra, esa frase se vuelve relevante para nosotros.

Que Dios los siga bendiciendo

Siete Pasos para Reconocer si una Profecia viene de Dios o No - Paso 1

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