jueves, octubre 21, 2021

Siete Pasos para Reconocer si una Profecia viene de Dios o No - Paso 1



Paso 1
Por sus frutos...

Como cristianos del Nuevo Testamento, necesitamos hoy la operación de los dones del Espíritu Santo en nuestras iglesias. Debemos avivar cada llama de fuego que proviene de Dios, pero también debemos darnos cuenta de que hay dones verdaderos y falsos.

No hay necesidad de tener miedo de los dones del Espíritu sólo porque se han infiltrado algunos elementos falsos. Una vez me dieron dinero falso. No tiré mi billetera entera y todo mi buen dinero solo porque una pequeña parte era falsa. Guardé lo genuino y tiré lo falso.

Los creyentes pueden aprender a distinguir entre dones verdaderos y falsos. No es necesario que nos dejen a oscuras con respecto a nada; ¡la Biblia nos ilumina!

Incluso se nos dice que podemos juzgar profecías y profetas. ¿Cómo? La Biblia da siete pasos para juzgar la profecía. Estudiar estos pasos será una bendición para ti ahora y en el futuro.

El primer paso es: "Por sus frutos los conoceréis".

Jesús advirtió contra los falsos profetas, diciendo: "Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con piel de oveja, pero por dentro son lobos rapaces" (Mateo 7:15).

Pablo y Pedro, al escribir a la Iglesia Primitiva, también advirtieron contra los falsos profetas, los falsos apóstoles y las falsas profecías:

2 CORINTIOS 11:13-15
13 Porque éstos son falsos apóstoles, obreros engañosos, que se disfrazan como apóstoles de Cristo. 14 Y no es maravilla; porque el mismo Satanás se transforma en ángel de luz
15 Así que, no es extraño si también sus ministros se disfrazan como ministros de justicia; cuyo fin será conforme a sus obras.

2 PEDRO 2: 1-3
1 Pero también hubo falsos profetas entre el pueblo, así como habrá falsos maestros entre vosotros, que en secreto introducirán herejías condenables, incluso negando al Señor que los rescató, y traerán sobre sí mismos destrucción rápida.
2 Y muchos seguirán sus perniciosos caminos; por causa de los cuales se hablará mal del camino de la verdad.
3 Y por avaricia harán mercadería de ti con palabras fingidas: cuyo juicio ya desde hace mucho tiempo no se demora, ni se adormece su condenación.

Si tal advertencia era necesaria para la Iglesia Primitiva, es necesaria hoy. (Creemos y practicamos lo que escribieron entonces sobre la Cena del Señor, el bautismo en agua y otras cosas. ¿Por qué no creer y practicar lo que dijeron sobre esto?)

Jesús es el que da esa advertencia contra los falsos profetas en Mateo 7. ¿Sabe Él de lo que está hablando? Creo que lo hace. Creo que la gente de hoy necesita Su advertencia.

Como vimos, describió a los falsos profetas como si vinieran a ti "con piel de oveja, pero por dentro son lobos rapaces" (v. 15). Parecen muy humildes, muy mansos, como el resto de las ovejas. No se puede decir por su apariencia exterior que son lobos voraces.

Pero Jesús dijo que hay una manera de conocerlos. ¿Cómo? "Por sus frutos los conoceréis", dijo Jesús. "¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos? Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos.” (vv. 16,17).

Continuó: "Un buen árbol no puede dar malos frutos, ni un árbol malo dar buenos frutos. Todo árbol que no da buenos frutos es cortado y echado en el fuego. Por tanto, por sus frutos los conoceréis". (vv. 18-20).

Una vez conocí a un ministro que aparentemente era usado poderosamente en profecía y otros dones. Sin embargo, cuando tuve la oportunidad de asistir a uno de sus servicios, supe que algo andaba mal. No podía señalarlo, no tenía ninguna revelación de Dios, pero algo en mi interior me dijo que no estaba sintonizado en la frecuencia en la que estoy.

No sabía mucho sobre el ministerio de este hombre, así que no podía juzgar su fruto. Poco después, sin embargo, prediqué para un amigo pastor que acababa de tener a este evangelista en su iglesia.

Cuando se hicieron acusaciones de deshonestidad contra el hombre, el pastor lo confrontó. El evangelista respondió: "¡Vaya, no hay una palabra de verdad en eso! ¡Esa gente está mintiendo sobre mí!"

Cuando la cuñada del pastor se le acercó con la misma historia, tuvo que confrontar al evangelista por segunda vez. "Nunca se dijo una mentira más grande", dijo el evangelista. "Están mintiendo sobre eso".

Luego, la cuñada del pastor llevó una grabadora a una reunión secreta que el evangelista sostuvo con algunos de los miembros de la iglesia. Ella registró lo que dijo. Le dijo a la gente: "No les dejo saber que creo esto, pero está bien mentir siempre y cuando esté mintiendo para siempre". (¡Hermano, está mal mentir, sin importar de qué se trate!)

Cuando el pastor confrontó a este predicador con la grabación, dijo: "Bueno, hermano, usted sabe que si un hombre trabaja para Dios, no puede decirlo todo. Está bien mentir a veces".

Por sus frutos los conoceréis. Este evangelista podía profetizar largo y alto, pero ¿quién creería en sus profecías? Una vez que supiste de él, ¿lo harías?

miércoles, octubre 20, 2021

Como Ser Dirigido Por El Espíritu Santo - 6


La Voz Interior

El Espíritu Santo también nos guía por medio de lo que es conocido como la voz interior. Cuando el Espíritu Santo habla en nuestro interior, esto será con un poco más de autoridad que el testigo interior. Cuando la voz del Espíritu Santo habla, esta es aún una voz interior, pero es tan real, que casi podemos voltearnos para mirar para ver quien nos habló.

El nos habla con lo que parece ser una voz audible, aunque puede no ser audible para nadie alrededor nuestro; en realidad, no la escuchamos con el oído físico.

En el Antiguo Testamento leemos del joven Samuel, que tenía tan solo 12 años de edad, y escuchó una voz hablándole en la noche. "Samuel", llamó la voz; él pensó que era Elí quien le estaba llamando, de modo que se levantó y fue a la habitación de Elí para preguntarle que quería. Elí le dijo que él no estaba llamándolo. Samuel regresó a la cama, en seguida, pero escuchó otra vez - "Samuel". El se levantó y fue de nuevo donde Elí; estaba seguro que Elí estaba llamándole, entonces, Elí entendió que Dios estaba hablándole a Samuel y le dijo que respondiera a la voz la próxima vez que la oyera. Cuando lo hizo, el Señor comenzó a hablarle.

Esa no fue una voz audible; le pareció audible a Samuel, pero no lo era. Si lo hubiera sido, Elí también la habría escuchado, pues no se encontraba lejos de Samuel. Era Dios quien estaba llamando a Samuel (1 Samuel 3).

A veces, hay una similitud entre el testigo interior y la voz interior. Algunas veces el testigo es más claro, y algunas veces menos claro. El testigo, es simplemente una señal de alto o de siga adelante; a veces, es como un detector sonoro interno para obtener nuestra atención.

¿Está en línea con la Palabra?

En otras ocasiones, la voz interior nos habla. Cuando recibimos dirección a través de esta voz interior, siempre será conforme a la Palabra; cuando el Espíritu de Dios se mueve, siempre se mueve en acuerdo con la Palabra, si no está en acuerdo con la Palabra, no es el Espíritu de Dios. La Biblia es inspirada por el Espíritu, y será de acuerdo con la Palabra, si es que está hablándole el Espíritu.

Recuerde que la Biblia dice que hay muchas voces en este mundo. Conozco gente que dice haber oído algún tipo de voz; sé si están en lo correcto o no en el mismo instante que comienzan a decirme lo que han oído. Conozco la Palabra, por consiguiente sé si está en acuerdo con la Palabra o no.

Una vez un pastor que me había me había invitado a predicar y tuvimos un seminario glorioso, con cantidades de personas naciendo de nuevo y recibiendo el bautismo en el Espíritu, me empezó a contar una revelación que había tenido.

Me dijo que había muerto un familiar trágicamente, pero cuando subió a un monte escuchó una voz que le dijo que podía hablar con él, y estuvo hablando luego con ese familiar, bueno aparentemente. Hay espíritu familiares, un tipo de demonios que están siguiéndote y saben todo lo que haces, y la voz que le habló era la de este demonio.

Así que empezó a enseñar a su iglesia que podían hablar con sus familiares muertos y predicarles si no se habían convertido. Una bonita teoría pero es completamente contra la Biblia.

Lo confronté, diciéndole que la Biblia condena claramente en Deuteronomio 18:10-12 esta práctica: "No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos. Porque es abominación para con Jehová cualquiera que hace estas cosas, y por estas abominaciones Jehová tu Dios echa estas naciones de delante de ti".

"Pero sé que el Señor me habló", me dijo; "Yo lo escuché". Entonces, habló de una visión que había visto en que había visto a este familiar.

Yo le dije: "Pero eso no es bíblico", y comencé a citar escrituras que contradecían lo que me estaba diciendo. Al final le pregunté: "¿Puedes darme algún verso para respaldar tu revelación?"

Me dijo: "No conozco pero es lo que Dios me habló".

Yo terminé diciéndole: "No aceptar lo que dices, estás siguiendo un error doctrinal, prefiero quedarme con lo que la Biblia dice".

No pude hacer nada por él, prefirió seguir la voz que había oído y continuar con su error doctrinal.

Hay personas muy queridas que se han alejado por oír voces; hay muchas voces en el mundo. No debemos aceptar nada sin examinarlo a la luz de la Palabra.

Dios sí se comunica con nosotros por medio de nuestros espíritus, pero no se trata de escuchar voces; no se trata de orar para escuchar algo. Si El nos habla, bien; pero si no lo hace, tenemos su Palabra, y podemos caminar a la luz de ella.

Si la voz o revelación que escuchas no esta de acuerdo con la Palabra no viene de Dios.

martes, octubre 19, 2021

Como Ser Dirigido Por El Espíritu Santo - 5

Esperar en El Señor

Sin embargo, algunas veces, las personas no quieren tomar su responsabilidad. Es más fácil deshacerse de ella y decirle al Señor: "Si quieres que haga eso, entonces, abre la puerta. Si no, entonces, ciérrala". Es más fácil hacer esto que esperar en el Señor hasta que usted sepa la respuesta en su interior; y algunas veces, esto requiere de tiempo para escuchar al testigo interior.

Estamos tan ocupados física y mentalmente que las cosas espirituales llegan a sernos inciertas. Es más fácil calmar nuestro cuerpo que nuestra mente. ¡Podemos hacer tanto ruido con la mente como con las manos y pies! Algunas veces, cuando tratamos de dormir, el cuerpo esté relajado, la mente sigue inquieta, aún está revuelta con las actividades, ideas, y planes del día, o preocupaciones y ansiedades con relación al futuro.

Esta es un área en que el orar en lenguas es de gran ventaja. "Porque si yo oro en lengua desconocida, mi espíritu ora, pero mi entendimiento queda sin fruto" (1Corintios 14:14).

¿Alguna vez, su mente ha vagado hacia otras cosas mientras usted ora? A veces, solía llevarme una hora para acallar mi mente; pero ahora, he descubierto que orar en otras lenguas es la mejor manera. Cuando oramos en otras lenguas, nuestra mente se calma, una vez que está en silencio, nos hacemos más consciente de nuestro espíritu y de las cosas espirituales.

Al orar en otras lenguas y adorar a Dios, nuestro espíritu está en contacto directo con Dios, quien es Espíritu y Padre de los espíritus. Nuestro lenguaje de oración no viene de la cabeza sino del corazón, ya que nuestra mente está inactiva.


El Testigo Interior

Si entrenáramos nuestros espíritus, sabríamos con exactitud en el interior qué hacer en cada área de la vida con un "si" o con un "no"; aún en cosas secundarias. Prácticamente, pasamos toda nuestra vida en el reino mental y físico; muchas veces, hemos desarrollado nuestra cabeza a costa de nuestro corazón, el conocimiento intelectual ha tomado el trono en nuestra vida. Y nuestro espíritu, que debe guiarnos, es mantenido en prisión bajo llave, y no le permitimos funcionar.

Este testigo interior busca dirigir nuestra mente. Todos sabemos que hay muchísimas que nunca habríamos hecho si hubiéramos escuchado ese testigo interior.

No habríamos invertido y perdido dinero en ciertas empresas arriesgadas; no habríamos escogido a ciertas personas como compañeros. (No solo me estoy refiriendo a la pareja en el matrimonio, sino también a cierta gente con la que nos involucramos). Si hubiéramos escuchado nuestro testigo interior, nunca habríamos hecho negocios con ciertas personas.

Para definir este testigo interior en pocas palabras, a medida que oramos acerca de algo y pensamos que hacer, si hay una alto en nuestro espíritu - un "algo en nuestro interior" que le dice que no haga algo - ese es el testigo interior. Sin embargo, algunas veces tenemos que esperar un rato para tener la quietud suficiente para reconocerlo.

¿Cómo podemos distinguir si es mi espíritu o el Espíritu Santo el que me está diciendo que haga algo?

Como vimos anteriormente. en Proverbios 20:27 dice: "Lámpara de Jehová es el espíritu del hombre". Dios dijo que El iba a usar nuestro espíritu.

Debemos ser capaces de distinguir si es la carne; el hombre exterior, la que quiere hacer algo, o si es el hombre interior, si es el hombre interior.

Si es el hombre interior estamos en la dirección correcta porque el hombre interior es renacido y es una nueva criatura. 'Las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas' (2 Corintios 5:17). El hombre interior tiene la naturaleza y la vida de Dios en él; si somos llenos del Espíritu, el hombre interior tiene al Espíritu Santo morando dentro. El hombre interior del cristiano no es el que quiere obrar mal; sino el hombre exterior.

Juan en su epístola habla acerca de la simiente de Dios permaneciendo en este hombre interior, el cual no puede pecar. "Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios" (1 Juan 3:9). Este hombre interior tiene la naturaleza y vida de Dios en él, pues es nacido de Dios.

Físicamente, nosotros nacimos de nuestros padres humanos y participamos de su naturaleza. La gente suele decir: "él es como su padre", o "ella se parece a su madre".

Espiritualmente, somos nacidos de Dios y participamos de Su naturaleza.

"Por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina..." (2 Pedro 1:4). Pedro también dijo que somos nacidos de la Palabra de Dios; "Siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre" (1 Pedro 1:23).

Somos nacidos de la Palabra de Dios; por eso, a medida que nos alimentamos de la Palabra de Dios, somos participantes de la naturaleza divina. Sabemos que el obrar mal no es la naturaleza de Dios; por lo tanto, si una persona es realmente un cristiano, el deseo de obrar mal no está en su espíritu.

Mirando una ilustración bíblica de este testigo interior, leemos en Hechos 27 la historia de Pablo a bordo de una nave con rumbo a Roma. "Y habiendo pasado mucho tiempo, y siendo ya peligrosa la navegación, por haber pasado ya el ayuno, Pablo les amonestaba, diciéndoles: Varones, veo que la navegación va a ser con perjuicio y mucha pérdida, no sólo del cargamento y de la nave, sino también de nuestras personas" (versos 9 y 10).

Pablo no dijo: "El Señor me dijo"; tampoco dice que el Espíritu de Dios se lo dijo. Pablo dijo: "Veo"; ¿Quién es el verdadero "Yo"?, el hombre espiritual, el hombre en el interior. Pablo no lo vio mentalmente, tampoco lo vio físicamente, sino tuvo testimonio en su espíritu.

Hace unos años, tenía que hacer un viaje largo en autobús y sentía cierta intranquilidad de ir, así que decidí suspender el viaje para una fecha posterior, llamé a mi amigo que era administrador de la agencia y le dije que le diga al conductor que tuviese cuidado pues algo podía pasar, y efectivamente paso algo, hubo un accidente pero como estaban advertidos no le paso nada a nadie. Tal como pasó con Pablo, pude hacer algo al respecto.

Notemos que Pablo simplemente dijo lo que había percibido. En Hechos 27:20,21 leemos: "Y no apareciendo ni sol ni estrellas por muchos días, y acosados por una tempestad no pequeña, ya habíamos perdido toda esperanza de salvarnos. Entonces Pablo, como hacía ya mucho que no comíamos, puesto en pie en medio de ellos, dijo: Habría sido por cierto conveniente, oh varones, haberme oído..." Esta fue una declaración osada.

Observemos que Pablo dijo: "Debieron haberme escuchado". El no dijo: "debieron haber escuchado al Señor"; él no había dicho: "El Señor me dijo", sino: "Veo".

"Habría sido por cierto conveniente, oh varones, haberme oído, y no zarpar de Creta tan sólo para recibir este perjuicio y pérdida. Pero ahora os exhorto a tener buen ánimo, pues no habrá ninguna pérdida de vida entre vosotros, sino solamente de la nave... Por tanto, oh varones, tened buen ánimo; porque yo confío en Dios que será así como se me ha dicho" (versos 21, 22 y 25).

Pablo percibió el peligro, y si ellos lo hubieran escuchado, podrían haber evitado el naufragio, pero no lo hicieron; por lo cual perdieron toda la mercancía y la nave. A pesar de eso, Pablo les aseguró que no se perdería ninguna vida: "porque yo confío en Dios...", y la vida de cada persona fue salvada.

Una declaración en Hechos 13 nos ayudará más en cuanto al recibir dirección de Dios. "Había entonces en la iglesia que estaba en Antioquía, profetas y maestros... Ministrando estos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo..." (Hechos 13:1,2).

Notemos bajo qué condiciones habló el Espíritu Santo: "Ministrando estos al Señor, y ayunando". No sé de muchos servicios como ese hoy en día. Por lo general, el predicador ministra a la gente, no al Señor. La mayoría de nuestros servicios en la iglesia se basan en ese principio; estamos ministrándonos el uno al otro. Pero ellos ministraban al Señor; en esa clase de atmósfera fue que habló el Espíritu Santo. Sería bueno que hoy en día tuviéramos algunos servicios en los que ministráramos al Señor.


lunes, octubre 18, 2021

Como Ser Dirigido Por El Espíritu Santo - 4

 

Andando por los sentidos físicos

Notemos lo que Pablo dijo en Romanos 8:16: "El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios". Muchas veces la gente piensa que este testimonio del que él está hablando es algo físico; no lo es. La Biblia no nos dice que el Espíritu da testimonio a nuestro cuerpo.

Los sentidos son la voz del cuerpo. La razón es la voz del alma o mente. La conciencia es la voz del espíritu.

Cuando hablamos de los sentidos estamos hablando de los 5 sentidos físicos; el oído, el tacto, el olfato, la visión y el gusto.

Si andamos por nuestros sentidos, ¡estaremos en problemas! Mucha gente dice cuando ora: "Sentí que el Señor me escuchó". Sentí un calorcito, o sentí una tembladera en el cuerpo.

No importa si sentiste o no; si la Palabra de Dios lo declara, es verdad; si Dios dice que escuchó y contestó tu oración, Él lo hizo.

Debemos basar nuestra fe en la Palabra; no en nuestros sentidos. Este verso no dice que el Espíritu da testimonio a nuestros cuerpos o a nuestros sentidos; dice: "El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu". La Palabra y el Espíritu concuerdan; El Espíritu tomará esa Palabra y le dará testimonio a su corazón.

Jesús dijo: "Pero cuando venga el Espíritu de verdad... tomará de lo mío, y os lo hará saber" (Juan 16:13,14). El le dijo a sus discípulos: "El os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho" (Juan 14:26). El también dijo: "Os hará saber las cosas que habrán de venir" (Juan 16:13); El Espíritu Santo te dirige dándole testimonio a tu espíritu. Romanos 8:14 dice: "Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, estos son hijos de Dios".

No nos corresponde decirle al Señor como debe guiarnos. En Hechos de los Apóstoles y en otros lugares en la Biblia vemos cómo, algunas veces, algunos recibieron guía por medio de una visión. Otros recibieron guía de un ángel que se apareció y les dijo ciertas cosas.

Muchas veces buscamos guía de esa forma, en vez de escuchar lo que la Biblia dice; con todo, esos fenómenos tampoco sucedieron cada día en las vidas de estas personas, ocurrieron una o dos veces en toda la vida de algunos de ellos.

Muchas veces, cuando Dios está tratando de dar testimonio a nuestros espíritus - tratando de guiarnos - no escuchamos porque queremos algo dramático; como una visión o un ángel.

Relacionado con esto se encuentra el siguiente punto.

Probando al Señor

Para recibir dirección, algunas personas utilizan lo que denominan: ponerle un "vellón" o “prueba” al Señor. Dicen: “Si pasa esta cosa es que el Señor quiere que haga esto.” Otros dicen: “Si abro la Biblia y me sale tal cosa entonces esa será la voluntad de Dios.”

Ellos se basan en la historia de Gedeón en Jueces 6:36-40: "Y Gedeón dijo a Dios: Si has de salvar a Israel por mi mano, como has dicho, he aquí que yo pondré un vellón de lana en la era; y si el rocío estuviere en el vellón solamente, quedando seca toda la otra tierra, entonces entenderé que salvarás a Israel por mi mano, como lo has dicho. Y aconteció así, pues cuando se levantó de mañana, exprimió el vellón y sacó de él el rocío, un tazón lleno de agua. Mas Gedeón dijo a Dios: No se encienda tu ira contra mí, si aún hablare esta vez; solamente probaré ahora otra vez con el vellón. Te ruego que solamente el vellón quede seco, y el rocío sobre la tierra. Y aquella noche lo hizo Dios así; sólo el vellón quedó seco, y en toda la tierra hubo rocío".

Me acuerdo de cierto grupo donde asistía que una hermana tenía el ministerio de “partidora de Biblia”; es decir, si alguien estaba buscando dirección del Señor, venía a la hermana, oraban y ella abría la Biblia. Una vez un joven vino a consultar si debía ser novio de una hermana, así que oraron, partieron la Biblia ,y salió que si. El chico estaba contento, pero como Gedeón, oraron de nuevo para buscar la “confirmación” y salió que no. Que pasó, ¿el Señor se equivocó la primera vez? ¡No!, esa no es la manera bíblica de buscar la voluntad de Dios.

Cuando era joven en el Señor hice todas estas cosas; he probado al Señor, he seguido la prueba ¡y he salido probado! Quedé curado.

El Nuevo Testamento no dice: "Porque todos los que son guiados por pruebas, estos son hijos de Dios".

Por supuesto, Gedeón puso un vellón (una prueba); pero nosotros no estamos viviendo en el día que él vivió, no estamos viviendo bajo el pacto que él vivió. Nosotros tenemos un Nuevo Pacto, establecido sobre mejores promesas.

Él no tenía el Espíritu Santo viviendo en su interior, nosotros si.

En ninguna parte del Nuevo Testamento dice que Pedro, Pablo o alguno de los Apóstoles jamás le hayan dicho a la gente que le pusieran vellones al Señor. En realidad, esta práctica es muy peligrosa, porque estamos poniendo el vellón en el mundo de los sentidos, cuyo dios es Satanás (2 Corintios 4:4).

Cada vez que ponemos un “vellón” o “prueba” al Señor, Satanás va ha escucharte y te va a dar todo lo que tu pides para que no sigas la dirección correcta del Señor.

lunes, octubre 28, 2013

Las Reglas de la Hermenéutica 14 - Principios teológicos de Interpretación 4

REGLA #24 
PUEDES CONSIDERAR QUE ES BÍBLICA UNA ENSEÑANZA QUE SE DERIVA SOLAMENTE POR IMPLICACIÓN CUANDO OTROS PASAJES COMPARADOS O RELACIONADOS LO APOYAN


La religión judía durante los tiempos de Jesús estaba fraccionada en varios grupos: herodianos, esenios, celotes, saduceos y fariseos. Entre los dos últimos había división de opiniones respecto a ciertos temas de doctrina y principalmente en cuanto a la resurrección de los muertos. Los fariseos creían en ella y los saduceos no.

En cierta ocasión Jesús entró a discutir con los saduceos sobre esta cuestión de la vida después de la muerte. ¿Lo enseñaba realmente el Antiguo Testamento? Veamos el razonamiento del Señor: "Pero respecto a que los muertos resucitan, ¿no habéis leído en el libro de Moisés cómo le habló Dios en la zarza, diciendo: Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob? Dios no es Dios de muertos, sino Dios de vivos; así que vosotros mucho erráis" (Marcos 12:26, 27).

El Señor dijo en esta ocasión que podía comprobar la resurrección de los muertos partiendo del Antiguo Testamento (Exodo 3: 15) donde Dios se identificó como el Dios de Abraham, Isaac y Jacob. 

Y ya que Dios es el Dios de los vivos, la conclusión lógica es que estos tres hombres debían estar vivos o resucitados. 

Este tipo de razonamiento es el que denominamos "razonamiento deductivo" y podríamos plantearlo del siguiente modo:

Primera premisa: Dios es el Dios de los seres vivos.

Segunda premisa: Dios es el Dios de Abraham, Isaac y Jacob.

Conclusión: Podemos concluir que Abraham, Isaac y Jacob están vivos.

Cristo razonó en este caso que la doctrina de la resurrección se sobrentiende en el Antiguo Testamento. 

El Antiguo Testamento no declara explícitamente que hay una resurrección de los muertos, pero al comparar los pasajes que dicen algo sobre el tema podemos deducir que sí lo hay.

El problema es que es extremadamente fácil usar mal esta regla y arribar a una conclusión no bíblica. 

Esto lo podemos ver con frecuencia en el uso que algunos hacen de ciertas Escrituras que nos dan ejemplos de la vida de Cristo.

En Marcos dice que Jesús: "Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba" (Marcos 1:35). 

De esto podríamos deducir fácilmente que un cristiano fiel debería tener su momento devocional en la madrugada.

Primera premisa: El creyente debe asemejarse a Cristo.

Segunda premisa: Cristo tenía su momento devocional muy temprano en la mañana.

Conclusión: El creyente también debería tener su momento devocional en la mañana temprano.

Sin embargo, recordarás que bajo la Regla #5 ("Los ejemplos bíblicos sólo tienen autoridad cuando los refuerza un mandato específico") podemos sacar la conclusión de que sería bueno tener el momento devocional en las primeras horas del día, pero no que es obligatorio hacerlo.

Este pasaje nos muestra la conveniencia de ese momento devocional de madrugada, pero no a su necesidad obligatoria.

Jamás puedes violar un principio de interpretación para prestarle apoyo a otro.

Nuestro estudio bíblico deberá tomar en cuenta todos estos principios si es que quieres llegar a una interpretación correcta.

No sólo es correcto sino también necesario creer que ciertas enseñanzas de las Escrituras son válidas aunque sólo estén presentes por implicación (tenemos el ejemplo del argumento de Jesús respecto a la resurrección). Pero al igual que la Regla #23, tal razonamiento requiere un estudio cuidadoso y esmerado, le que significa trabajar duro. Pero el fruto que obtenemos de tal esfuerzo nos recompensará ampliamente y bien valdrá la pena.

No debemos tener miedo de usar el razonamiento deductivo en nuestro estudio bíblico ya que es válido siempre y cuando nos ajustemos a lo expresado en esta regla y a las prevenciones de la Regla #22, es decir, no podemos considerar bíblica una doctrina a menos que resuma e incluya todo lo que las Escrituras tienen que decir sobre el particular.

jueves, octubre 24, 2013

Las Reglas de la Hermenéutica 13 - Principios teológicos de Interpretación 3

REGLA #23 
CUANDO DOS DOCTRINAS PRESENTADAS EN LA BIBLIA PARECEN CONTRADECIRSE, ACEPTA AMBAS COMO BÍBLICAS CONFIANDO EN QUE HAN DE RESOLVERSE FINALMENTE EN UNA UNIDAD SUPERIOR


Existen unas cuantas contradicciones o paradojas aparentes en las Escrituras. Decimos "aparentes" pues en realidad son. Nos parecen contradictorias porque la mente finita del hombre no puede abarcar ni comprender la mente infinita de Dios.

Algunas de esas paradojas que nos son familiares son:

1. La Trinidad. 

No servimos a tres dioses sino a uno, pero sin embargo cada persona de la Trinidad es plena y completamente Dios y no sólo un tercio de Dios. En efecto, tenemos que llegar a la conclusión de que 1 + 1 + 1 = 1. 

No hay imaginación humanada que pueda explicar adecuadamente este misterio teológico. Está totalmente fuera de nuestra capacidad de comprensión.

2. La naturaleza doble de Jesucristo. 

Cristo Jesús es plenamente Dios y plenamente hombre. No es mitad Dios y mitad hombre, ni es dos personas bajo un solo nombre. Es indivisiblemente Uno. Nuevamente el misterio "matemático": 1 + 1 = 1.

3. El origen y la existencia del mal. 

La mente humana deduce con toda lógica que, a este respecto, sólo caben dos posibilidades: o Dios mismo creó el mal, o el mal ha coexistido eternamente con El. Pero la Biblia nos da a entender que ninguna de las dos es cierta, que ambas son falsas. Esto es otro misterio.

Cuando la Biblia deja sin reconciliar a dos doctrinas conflictivas, como en los casos mencionados, debemos hacer lo mismo. 

No debemos desgarrar las Escrituras en un esfuerzo por obligar a que concuerden dos doctrinas aparentemente incompatibles entre sí. 

No intentes llegar más allá que Dios, queriendo resolver lo que El ha dejado pendiente.

Debemos nuestra lealtad en primer lugar a las Escrituras, y no a un sistema teológico, por bueno que sea. 

Cuando interpretemos la Biblia, no debemos permitir que la lógica humana nos haga decir más o menos de lo que en realidad dice. 

Podemos hablar con claridad de lo que las Escrituras presentan claramente. En lo que ellas callan, también debemos callar; y en lo que la Biblia parezca enseñar doctrinas opuestas entre sí o imposibles según la lógica humana, debemos seguir su ejemplo y sostener ambas posiciones, cuidando de mantener un perfecto equilibrio entre una y otra.

miércoles, octubre 16, 2013

Las Reglas de la Hermenéutica 12 - Principios teológicos de Interpretación 2

REGLA #22 
NO SE PUEDE CONSIDERAR BÍBLICA UNA DOCTRINA A MENOS QUE RESUMA E INCLUYA TODO LO QUE LAS ESCRITURAS TIENEN QUE DECIR SOBRE EL PARTICULAR


Mucha gente no llega a dar un total significado teológico de lo que estudia y termina yéndose por doctrinas extrañas porque solo toma ciertos pasajes acerca de un tema y no todo lo que la Biblia dice de un tema específico.

Para evitar este problema es muy útil realizar un estudio bíblico de tipo temático; es decir, escoges un tema, una idea o una enseñanza y estudias todos los pasajes que tengan algo que ver con la materia. 

Veamos tres tipos de estudios paralelos que nos ayudarán en nuestro propósito:

1. Estudio por palabra

Por ejemplo, emprendamos un estudio de la vida de Balaam. 

Su vida la encontramos principalmente entre los capítulos 22 al 24 de Números.

Balaam fue un profeta de Dios que se dejó tentar por una invitación del rey de Moab para que maldijese a Israel. 

¿Qué lecciones y conclusiones puedes sacar del estudio de su vida? 

Usando una Concordancia Bíblica podemos averiguar dónde se menciona más en la Biblia. 

El estudiar lo que dicen de él los escritores del Nuevo Testamento nos será de gran ayuda en nuestra evaluación de este misterioso personaje bíblico. 

Pedro dice que "amó el premio de la maldad" (2 Pedro 2: 15). Judas nos comenta que codiciaba el lucro (Judas 11). Juan agrega que enseñaba al rey de Moab "a poner tropiezo ante los hijos de Israel, a comer de cosas sacrificadas a los ídolos, y a cometer fornicación" (Apocalipsis 2: 14).

2. Por ideas 

Este método de estudio complementario difiere del anterior en que no podemos lograr nuestro objetivo buscando en la concordancia todas las referencias a esa palabra, como en el ejemplo de Balaam. 

Una idea abarca más de una palabra. 

Tomar como ejemplo el problema de la autoridad. 

Los principales sacerdotes y los ancianos del pueblo le preguntaron a Jesús: "¿Con qué autoridad haces estas cosas? ¿y quién te dio esta autoridad?” (Mateo 21: 23). 

Para hacer este estudio necesitaremos estudiar no solamente este pasaje sino también muchos otros pasajes de las Escrituras que hablan del tema. 

Moisés registra la primera rebelión del ser humano contra la autoridad (Génesis 3); las Escrituras también nos muestran a Dios actuando con toda severidad contra quienes rechazaron la autoridad de uno de sus siervos (Números 16). y hay muchos pasajes más.

3. Por doctrina

Este se refiere a estudios temáticos sobre las grandes doctrinas de la Biblia, como: los atributos de Dios, la naturaleza del hombre, la redención, la justificación, la santificación, etc.

En esta clase de estudio reunimos todos los datos informativos y declaraciones vinculadas al tema entresacados de la Biblia, y luego sacamos las conclusiones pertinentes. 

Es como armar un rompecabezas. 

A este proceso de razonamiento que va de las partes al todo se le denomina "razonamiento inductivo". 

Si vamos a estudiar la doctrina referente al “nombre de Jesús”  utilizando el modo inductivo, por ejemplo, buscaremos todos los pasajes que trataran sobre el tema, los estudiaremos uno por uno, y luego los reuniremos para hacer nuestras conclusiones definitivas.

El estudio bíblico inductivo tiene gran importancia en el desarrollo correcto de nuestras convicciones. Al estudiar las partes obtendrás un cuadro cada vez más claro y preciso del total.

Tengamos presente que lo que realmente vale requiere gran esfuerzo. Y esto es muy cierto en la formación de nuestras convicciones vitales. 

Hace falta estudiar la Biblia en forma cuidadosa y esmerada, sin dejar detalles pendientes. No existen los atajos para llegar a la meta. 

Nuestros estudios doctrinales moldearán nuestras convicciones espirituales, y estos sólo pueden ser obtenidos estudiando todo lo que la Biblia nos dice sobre cada tema en particular.

Siete Pasos para Reconocer si una Profecia viene de Dios o No - Paso 1

Paso 1 Por sus frutos... Como cristianos del Nuevo Testamento, necesitamos  hoy  l a operación de los dones del Espíritu Santo en nuestras i...