La Voz Interior
El Espíritu Santo también nos guía por medio de lo que es conocido como la voz interior. Cuando el Espíritu Santo habla en nuestro interior, esto será con un poco más de autoridad que el testigo interior. Cuando la voz del Espíritu Santo habla, esta es aún una voz interior, pero es tan real, que casi podemos voltearnos para mirar para ver quien nos habló.
El nos habla con lo que parece ser una voz audible, aunque puede no ser audible para nadie alrededor nuestro; en realidad, no la escuchamos con el oído físico.
En el Antiguo Testamento leemos del joven Samuel, que tenía tan solo 12 años de edad, y escuchó una voz hablándole en la noche. "Samuel", llamó la voz; él pensó que era Elí quien le estaba llamando, de modo que se levantó y fue a la habitación de Elí para preguntarle que quería. Elí le dijo que él no estaba llamándolo. Samuel regresó a la cama, en seguida, pero escuchó otra vez - "Samuel". El se levantó y fue de nuevo donde Elí; estaba seguro que Elí estaba llamándole, entonces, Elí entendió que Dios estaba hablándole a Samuel y le dijo que respondiera a la voz la próxima vez que la oyera. Cuando lo hizo, el Señor comenzó a hablarle.
Esa no fue una voz audible; le pareció audible a Samuel, pero no lo era. Si lo hubiera sido, Elí también la habría escuchado, pues no se encontraba lejos de Samuel. Era Dios quien estaba llamando a Samuel (1 Samuel 3).
A veces, hay una similitud entre el testigo interior y la voz interior. Algunas veces el testigo es más claro, y algunas veces menos claro. El testigo, es simplemente una señal de alto o de siga adelante; a veces, es como un detector sonoro interno para obtener nuestra atención.
¿Está en línea con la Palabra?
En otras ocasiones, la voz interior nos habla. Cuando recibimos dirección a través de esta voz interior, siempre será conforme a la Palabra; cuando el Espíritu de Dios se mueve, siempre se mueve en acuerdo con la Palabra, si no está en acuerdo con la Palabra, no es el Espíritu de Dios. La Biblia es inspirada por el Espíritu, y será de acuerdo con la Palabra, si es que está hablándole el Espíritu.
Recuerde que la Biblia dice que hay muchas voces en este mundo. Conozco gente que dice haber oído algún tipo de voz; sé si están en lo correcto o no en el mismo instante que comienzan a decirme lo que han oído. Conozco la Palabra, por consiguiente sé si está en acuerdo con la Palabra o no.
Una vez un pastor que me había me había invitado a predicar y tuvimos un seminario glorioso, con cantidades de personas naciendo de nuevo y recibiendo el bautismo en el Espíritu, me empezó a contar una revelación que había tenido.
Me dijo que había muerto un familiar trágicamente, pero cuando subió a un monte escuchó una voz que le dijo que podía hablar con él, y estuvo hablando luego con ese familiar, bueno aparentemente. Hay espíritu familiares, un tipo de demonios que están siguiéndote y saben todo lo que haces, y la voz que le habló era la de este demonio.
Así que empezó a enseñar a su iglesia que podían hablar con sus familiares muertos y predicarles si no se habían convertido. Una bonita teoría pero es completamente contra la Biblia.
Lo confronté, diciéndole que la Biblia condena claramente en Deuteronomio 18:10-12 esta práctica: "No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos. Porque es abominación para con Jehová cualquiera que hace estas cosas, y por estas abominaciones Jehová tu Dios echa estas naciones de delante de ti".
"Pero sé que el Señor me habló", me dijo; "Yo lo escuché". Entonces, habló de una visión que había visto en que había visto a este familiar.
Yo le dije: "Pero eso no es bíblico", y comencé a citar escrituras que contradecían lo que me estaba diciendo. Al final le pregunté: "¿Puedes darme algún verso para respaldar tu revelación?"
Me dijo: "No conozco pero es lo que Dios me habló".
Yo terminé diciéndole: "No aceptar lo que dices, estás siguiendo un error doctrinal, prefiero quedarme con lo que la Biblia dice".
No pude hacer nada por él, prefirió seguir la voz que había oído y continuar con su error doctrinal.
Hay personas muy queridas que se han alejado por oír voces; hay muchas voces en el mundo. No debemos aceptar nada sin examinarlo a la luz de la Palabra.
Dios sí se comunica con nosotros por medio de nuestros espíritus, pero no se trata de escuchar voces; no se trata de orar para escuchar algo. Si El nos habla, bien; pero si no lo hace, tenemos su Palabra, y podemos caminar a la luz de ella.
Si la voz o revelación que escuchas no esta de acuerdo con la Palabra no viene de Dios.
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