jueves, julio 23, 2009

Como recibir el Bautismo con el Espíritu Santo - Parte 26

Nuestro tercer caso es el apóstol Pablo

Hechos 9:10-18 (NBLH)
10 Había entonces en Damasco un discípulo llamado Ananías, a qJustificar a ambos ladosuien el Señor dijo en visión: Ananías. Y él respondió: Heme aquí, Señor.
11 Y el Señor le dijo: Levántate, y ve a la calle que se llama Derecha, y busca en casa de Judas a uno llamado Saulo, de Tarso; porque he aquí, él ora,
12 y ha visto en visión a un varón llamado Ananías, que entra y le pone las manos encima para que recobre la vista.
13 Entonces Ananías respondió: Señor, he oído de muchos acerca de este hombre, cuántos males ha hecho a tus santos en Jerusalén;
14 y aun aquí tiene autoridad de los principales sacerdotes para prender a todos los que invocan tu nombre.
15 El Señor le dijo: Ve, porque instrumento escogido me es éste, para llevar mi nombre en presencia de los gentiles, y de reyes, y de los hijos de Israel;
16 porque yo le mostraré cuánto le es necesario padecer por mi nombre.
17 Fue entonces Ananías y entró en la casa, y poniendo sobre él las manos, dijo: Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recibas la vista y seas lleno del Espíritu Santo.
18 Y al momento le cayeron de los ojos como escamas, y recibió al instante la vista; y levantándose, fue bautizado.


En este caso vemos como un simple creyente, Ananías le impuso las manos a Pablo para que reciba el Bautismo con el Espíritu Santo.

Este caso es muy importante ya que nos muestra como un simple creyente puede ministrar el Bautismo con el Espíritu a otro sin necesidad de tener la unción para impartir el Bautismo con el Espíritu.

Por eso, si no tienes la unción para impartir igualmente puedes ayudar a otros a que reciban el Espíritu Santo.

No hay comentarios.:

Siete Pasos para Reconocer si una Profecia viene de Dios o No - Paso 1

Paso 1 Por sus frutos... Como cristianos del Nuevo Testamento, necesitamos  hoy  l a operación de los dones del Espíritu Santo en nuestras i...