Esperar en El Señor
Estamos tan ocupados física y mentalmente que las cosas espirituales llegan a sernos inciertas. Es más fácil calmar nuestro cuerpo que nuestra mente. ¡Podemos hacer tanto ruido con la mente como con las manos y pies! Algunas veces, cuando tratamos de dormir, el cuerpo esté relajado, la mente sigue inquieta, aún está revuelta con las actividades, ideas, y planes del día, o preocupaciones y ansiedades con relación al futuro.
Esta es un área en que el orar en lenguas es de gran ventaja. "Porque si yo oro en lengua desconocida, mi espíritu ora, pero mi entendimiento queda sin fruto" (1Corintios 14:14).
¿Alguna vez, su mente ha vagado hacia otras cosas mientras usted ora? A veces, solía llevarme una hora para acallar mi mente; pero ahora, he descubierto que orar en otras lenguas es la mejor manera. Cuando oramos en otras lenguas, nuestra mente se calma, una vez que está en silencio, nos hacemos más consciente de nuestro espíritu y de las cosas espirituales.
Al orar en otras lenguas y adorar a Dios, nuestro espíritu está en contacto directo con Dios, quien es Espíritu y Padre de los espíritus. Nuestro lenguaje de oración no viene de la cabeza sino del corazón, ya que nuestra mente está inactiva.
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